Durante décadas, el tenaz y altamente controversial Jean-Marie Le Pen fue un rostro definitorio de la ultraderecha tanto en Francia como en buena parte de Europa.
Su muerte este martes a los 96 años, que informó la cadena francesa BFMTV, ha puesto una vez más el foco en el hombre que pudo aglutinar a la extrema derecha en Francia después del Segunda Guerra Mundial, y cuyo referente actual es precisamente su hija, Marine.
Le Pen nació el 20 de junio de 1928 en el pueblo costero de La Trinité-sur-Mer, en Bretaña. Su padre, Jean, murió en 1942 cuando, en tiempos de guerra, su barco pesquero explotó tras chocar con una mina.
Invadida por Alemania en 1940, Francia se rindió y buena parte del norte del país fue ocupado por los alemanes hasta 1944. Mientras que en el sur se formó un gobierno colaboracionista con capital administrativa en Vichy. Tanto la humillante invasión en 1940 como el colaboracionismo de Vichy marcaron la política francesa posterior a la Segunda Guerra Mundial.
En su juventud, Le Pen se definía como monárquico y asistió a la Facultad de Derecho de París en la década de 1940. En 1954 se unió a la Legión Extranjera Francesa, sirviendo como paracaidista en Argelia y en la Indochina francesa, dos por entonces colonias francesas que se convirtieron escenarios de brutales conflictos indepentistas.
A lo largo de su vida, Le Pen fue perseguido por acusaciones de tortura en Argel. En noviembre de 1962, declaró al periódico Combat: “No tengo nada que ocultar. Torturamos en Argelia porque teníamos que hacerlo”. Más tarde, Le Pen afirmó que “torturamos” se refería al Ejército francés, no a él personalmente.
Posteriormente, Le Pen perdería en 2005 su demanda contra el diario Le Monde, cuando el periódico entrevistó a Mohamed Cherif Moulay, quien dijo que a los 12 años vio cómo el entonces teniente Le Pen y su unidad irrumpían en la casa familiar en Argel. Golpearon y torturaron a su padre hasta matarlo con electricidad, contó Moulay.
En 1956, en los inicios de su carrera política, Le Pen fue elegido miembro de la Asamblea Nacional francesa de la mano del político populista antiimpuestos Pierre Poujade. Con 27 años se convirtió en el legislador más joven de Francia hasta ese entonces.
Fue reelegido en 1958 pero finalmente derrotado en las elecciones de 1962, tras lo cual fundó una compañía discográfica que vendía grabaciones de discursos nazis y canciones militares alemanas.
No fue su único acercamiento con el nazismo, y la asociación se convertiría en una de las controversias más persistentes en la vida de Le Pen: en la década de 1960, recibió incluso una sentencia de prisión en suspenso de dos meses por “apología de crímenes de guerra” y ha descrito repetidamente las cámaras de gas nazis como un mero “detalle”, incurriendo en multas en tres ocasiones por negar crímenes contra la humanidad.
En 1972, formó el Frente Nacional junto con franceses que colaboraron con los nazis en tiempos de guerra y veteranos de los desastres coloniales de Francia en Argelia y la entonces Indochina.
A través de esta plataforma se opuso violentamente a la inmigración, especialmente desde las antiguas colonias francesas del norte de África, y a una mayor integración europea, pilares de que aún siguente vigentes para extrema derecha europea actual.
Le Pen se postuló por primera vez como candidato a la presidencia en las elecciones de 1974, obteniendo menos del 1% de los votos en la primera vuelta.
Y en 1976 Le Pen y su familia sobrevivieron a un atentado con bomba que destruyó su casa en París. El crimen, que nunca se resolvió, fue descrito más tarde como un momento decisivo por Marine.
Le Pen se mostró siempre como un político de fuertes convicciones y pobres resultados electorales, y por tanto desarrolló una reputación de tenacidad dentro la ultraderecha francesa.
Pero en décadas se ha visto un avance de la ultraderecha tanto en Francia como en el resto de Europa, en buena parte por la crisis migratoria y una agenda socialmente conservadora.
El apogeo político de Le Pen llegó precisamente en 2002, cuando pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Pero entonces se desencadenó una unión a nivel nacional de sus oponentes políticos para impedir que la extrema derecha alcanzara la presidencia de Francia. Le Pen perdió por muy amplio margen en el balotaje contra Jacques Chirac, que logró más del 80%, según el recuento oficial.
Para muchos en Francia, las elecciones de 2002 fueron una advertencia suficiente para mantener a la extrema derecha alejada del poder para siempre.
Pero no fue así.
La ultraderecha fundada por Le Pen continuó avanzando, aunque lentamente: en 2011, Marine Le Pen reemplazó a su padre como líder del Frente Nacional, cambió el nombre del partido a Agrupamiento Nacional, modernizó sus bases, suavizó su retórica y lo presentó como una alternativa viable a las fuerzas políticas tradicionales.
Los dividendos de estos cambios, y el persistente legado de Le Pen, se vieron en 2017 y 2022, cuando Marine llegó a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales. Aunque, como en 2002, la situación volvió a saldarse con una unión de opositores a la extrema derecha para darle una categórica derrota en segunda vuelta.
Mientras que en 2024 Agrupación Nacional (RN), la fuerza fundada por Le Pen y renombrada por su hija, junto a sus aliados lograron el primer puesto en la primera vuelta de las elecciones legislativas, siendo luego derrotada por una alianza de izquierda en la segunda vuelta.
El legado de Le Pen, plagado de controversias y una tensa relación con el electorado francés, se mantiene vigente.
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