Una niña de 11 años fue encontrada aferrada a cámaras de neumáticos en la costa italiana después de que el barco de migrantes en el que estaba se hundiera tres días antes.
La niña es de Sierra Leona y bautizada como “Yasmine” en los medios italianos.
La tripulación del barco de rescate Trotamar II, dirigido por la ONG alemana Compass Collective, la encontró con un chaleco salvavidas en el mar Mediterráneo la madrugada del miércoles.
Ella les dijo a los rescatistas que el barco había salido de Sfax en Túnez durante el fin de semana con alrededor de 45 personas a bordo, incluido su hermano pequeño, según un comunicado de la ONG alemana de rescate Compass Collective.
En ese momento, una tormenta en la zona había detenido las operaciones de varios barcos de rescate de ONG en la isla italiana de Lampedusa.
La niña dijo que otros dos habían sobrevivido inicialmente cuando el bote de metal volcó durante la tormenta, pero desaparecieron en el agua horas antes de que ella fuera rescatada. Se presume que todos los demás migrantes están muertos.
Matthias Wiedenlübbert, capitán del Trotamar III, dijo que escucharon sus gritos en la oscuridad alrededor de las 3:20 a.m. del miércoles (9:20 p.m. ET del martes). El barco, que se dirigía a otro rescate, comenzó a patrullar el área después de detectar restos del barco volcado.
“Fue una coincidencia increíble que escucháramos la voz de la niña a pesar de que el motor estaba en marcha”, dijo. “Y, por supuesto, buscamos a otros supervivientes. Pero después de una tormenta que duró todo el día, con más de 23 nudos y olas de 2,5 metros de altura, no había esperanzas”.
La niña fue trasladada de urgencia a Lampedusa, donde está siendo tratada por hipotermia. Se espera que sobreviva, según la Cruz Roja, que gestiona el centro de migrantes de la isla.
Esa misma noche, la ONG distribuyó chalecos salvavidas a otra embarcación en peligro con 53 personas a bordo antes de alertar a las autoridades italianas sobre su ubicación. No está claro si esas personas fueron rescatadas.
Katja Tempel, miembro de la tripulación, dijo: “Incluso durante las tormentas, las personas se ven obligadas a utilizar rutas de escape arriesgadas a través del Mediterráneo. Necesitamos un paso seguro para los refugiados y una Europa abierta que dé la bienvenida a las personas y les brinde un acceso fácil al sistema de asilo. Ahogarse en el Mediterráneo no es una opción”.
Según las estadísticas del Gobierno, entre el 1 de enero y el 11 de diciembre se rescataron en el Mediterráneo central a más de 64.000 personas que intentaban llegar a Italia. De ellas, 7.879 eran menores no acompañados.
El milagroso rescate ha reavivado el debate sobre la posibilidad de crear corredores seguros para quienes buscan asilo en Europa. A principios de este año, Italia intentó abrir centros de procesamiento de migrantes en Albania, pero su legalidad quedó atrapada en el sistema judicial italiano.
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