(CNN) — El líder chino, Xi Jinping, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se comprometieron este jueves en Beijing a profundizar su asociación estratégica, en una clara muestra de su creciente alineamiento ante el avance de las tropas rusas en Ucrania.
Putin —cuya delegación incluye altos funcionarios de defensa y seguridad— fue recibido por Xi en el Gran Salón del Pueblo de Beijing con toda la pompa militar, anunciando el comienzo de su visita de Estado de dos días.
Xi elogió la profundización de los lazos entre ambos países, formalizada en una declaración conjunta firmada por los líderes en una ceremonia este jueves por la tarde, y afirmó que “inyectarán un fuerte impulso” al desarrollo de sus relaciones.
La visita —la primera incursión simbólica de Putin en el extranjero desde que la semana pasada asumió un nuevo mandato como presidente de Rusia— es la última señal de la profundización de las relaciones, a medida que ambos estrechan sus países frente a las fuertes fricciones con Occidente.
El presidente ruso Vladimir Putin y el líder chino Xi Jinping se reúnen en el Gran Salón del Pueblo de Beijing el 16 de mayo durante la visita de Estado de Putin a China. (Crédito: Stringer/Getty Images)
En sus reuniones con Putin, Xi proclamó que las relaciones chino-rusas han “resistido la prueba de un panorama internacional cambiante” y han hecho “contribuciones positivas al mantenimiento de la estabilidad estratégica mundial”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Putin, cuya economía depende cada vez más de China desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, elogió la “cooperación práctica” entre ambos países en sus reuniones con Xi, destacando el récord de comercio bilateral del año pasado y la importancia de la cooperación energética, industrial y agrícola, según el medio de comunicación estatal ruso Tass.
Vladimir Putin llega a China para una visita de Estado mientras las fuerzas rusas avanzan en Ucrania
Esta reunión en Beijing representa la cuarta vez que Putin y Xi hablan cara a cara desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero de 2022 y se produce en medio de la creciente preocupación internacional sobre la dirección de la guerra en medio de los retrasos en la ayuda a Ucrania y mientras la economía y el complejo de defensa de Rusia parecen no doblegados por las sanciones occidentales.
Putin dice que él y Xi discutirán la guerra en Ucrania en conversaciones informales más tarde este jueves por la noche, en las que se espera que participen el recién nombrado ministro de Defensa ruso, Andrey Belousov, y su predecesor Sergei Shoigu, ahora secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
La bienvenida de Putin a Beijing con alfombra roja se produce un día después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunciara a través de su oficina que suspendería todas sus próximas visitas internacionales, mientras sus tropas se defienden de una sorpresiva ofensiva rusa en la región nororiental de Járkiv, en su país.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, estuvo en Kyiv a principios de semana para reafirmar el apoyo de la administración Biden a Ucrania, tras meses de retraso en la aprobación por el Congreso de la ayuda militar estadounidense al asediado país. Blinken prometió US$ 2.000 millones en financiación militar extranjera y dijo que se están enviando rápidamente al frente las municiones y armas que tanto se necesitan.
Xi recibe a Putin bajo la presión de Estados Unidos y Europa para que garantice que el aumento de las exportaciones de China a Rusia desde el inicio de la guerra no está contribuyendo al esfuerzo bélico del Kremlin.
En las últimas semanas, funcionarios de la Casa Blanca se han enfrentado a Beijing por lo que consideran un apoyo sustancial de China a la base industrial de defensa rusa, en forma de productos como máquinas herramienta, motores para aviones no tripulados y turborreactores y microelectrónica. Beijing ha tachado a Estados Unidos de hacer “acusaciones infundadas” sobre el “comercio normal y los intercambios económicos” entre China y Rusia.
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El convoy del presidente ruso Vladimir Putin pasa por la plaza de Tiananmen de Beijing el miércoles. (Crédito: Zhou Chengfeng/VCG/Getty Images)
Debates en Beijing
Los dos países, que declararon “sin límites” su asociación semanas antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, ampliaron sus lazos diplomáticos, económicos y de seguridad desde entonces, a medida que países de todo el mundo imponían sanciones y aislaban a Putin en la escena mundial.
En una entrevista con el medio estatal chino Xinhua antes de su llegada, Putin elogió los “enfoques de China para resolver la crisis en Ucrania”. Beijing nunca ha condenado la invasión rusa, sino que reivindica su neutralidad en el conflicto. Antes de una esperada conferencia de paz en Suiza el mes pasado, Xi ha pedido conversaciones de paz que tengan en cuenta las posiciones de ambas partes.
Ambos líderes se consideran socios indispensables en su visión convergente de remodelar un orden mundial que consideran dominado por Estados Unidos y que trata de contener su ascenso.
“Creemos que es importante luchar por una arquitectura de seguridad fiable y adecuada en la región de Asia-Pacífico en la que no haya lugar para alianzas político-militares cerradas. Creemos que la creación de tales alianzas es contraproducente y perjudicial”, declaró Putin en declaraciones a los medios de comunicación tras las reuniones de este jueves.
Además de reunirse con Xi en Beijing, Putin tiene previsto visitar Harbin, capital de la provincia nororiental china de Heilongjiang, fronteriza con el Extremo Oriente ruso, donde asistirá a foros de comercio y cooperación.
La región, históricamente escenario de tensiones fronterizas entre ambos vecinos, que desembocaron en un conflicto entre China y la Unión Soviética en 1969, ha experimentado en los últimos años un aumento de la conectividad con partes del Extremo Oriente ruso.
También se espera que Putin se reúna con los estudiantes y profesores del Instituto de Tecnología de Harbin, una universidad sancionada por el gobierno de Estados Unidos en 2020 por su supuesto papel en la adquisición de material para el ejército chino.
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