(CNN Español) — El secuestro, el 28 de octubre de 2023, de Luis Manuel Díaz, padre de Luis Díaz, futbolista de la selección colombiana de fútbol y del club inglés Liverpool, conmocionó al país y a la comunidad internacional. Una situación que puso en jaque la continuidad del proceso de paz entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, el ELN.
Tras doce días de cautiverio, una fuerte presión de la opinión pública y las advertencias del Gobierno de suspender las negociaciones, el grupo armado ilegal entregó a Díaz padre a una comisión humanitaria conformada por delegados de la Iglesia católica y funcionarios de Naciones Unidas. Ese episodio permitió que días después, el 17 de diciembre de 2023, y en el marco del quinto ciclo de conversaciones en México, los negociadores del ELN se comprometieran a suspender los secuestros con fines extorsivos.
El padre de Luis Díaz en conferencia de prensa. AFPTV
Gobierno de Colombia dice que el ELN está detrás del secuestro del papá del futbolista Luis Díaz
Pero este lunes ese compromiso se rompió tras el anuncio del grupo guerrillero, mediante un comunicado de prensa, de que volverá a esa práctica ilegal que viola el derecho internacional humanitario. El argumento del ELN es que el Gobierno se comprometió a constituir un Fondo Multidonante para financiar a ese grupo una vez que cesaran las retenciones ilegales. “A la fecha, 3 de mayo de 2024, el Fondo aún no está constituido, el Gobierno muestra poca voluntad para avanzar en este campo. Dado lo anterior, el ELN da por terminada su oferta de suspensión unilateral de retenciones económicas”, se afirmó en el escrito publicado en las redes sociales del grupo.
El Gobierno de inmediato respondió a esos argumentos y manifestó, a través de Vera Grabe, jefa del equipo negociador delegado por el presidente Petro, que ese nunca fue el compromiso adquirido. La delegación aseguró en un comunicado que el Fondo Multidonante “está diseñado para financiar las actividades de paz entre ambas partes” y que “de ninguna manera se creó como contraprestación a la suspensión del secuestro o la interrupción de otra acción específica incluida en el cese al fuego”. Y añadió: “El comercio con seres humanos no tiene ninguna clase de justificación y su eliminación no es objeto de ninguna transacción por parte del Estado colombiano”.
Para algunos analistas políticos como Ricardo Galán, director del portal digital Libreta de Apuntes, lo que busca el ELN es llegar fortalecido al próximo ciclo de negociaciones: “Están jugando a llegar muy fuertes a la mesa en la reanudación de los diálogos en junio y para eso quieren sacar ventaja. Quieren que el Gobierno y la comunidad internacional aporten fondos para que dejen de secuestrar y eso no es posible ni ética ni moralmente”.
El ELN anuncia que retomará los secuestros con fines económicos; el Gobierno de Colombia le exige abandonar esa práctica
El ELN advirtió en el comunicado de este lunes que, aunque volverán a secuestrar, mantendrán el compromiso del cese al fuego bilateral que fue prorrogado por seis meses el 5 de febrero de este año. Pero algunos, como José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación de Ganaderos de Colombia (Fedegan), no están de acuerdo con que haya que “pagarle a los delincuentes para que dejen de delinquir”.
“Yo no puedo estar de acuerdo con eso, si el ELN vuelve a secuestrar yo me retiro de la mesa de negociaciones. No se puede pasar por alto un hecho calificado a nivel global como un delito de lesa humanidad. Eso es repudiable”, le dijo Lafaurie a CNN.
Los diálogos de paz con el ELN son la columna vertebral de la llamada política de Paz Total del presidente Gustavo Petro, un proceso que parece dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, y que ha atravesado varias crisis desde que se reinició el 12 de diciembre de 2022 en Caracas.
Esta nueva crisis se da en momentos en que hay dificultades para avanzar en otros procesos paralelos con las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC, con las que el Gobierno ha suspendido parcialmente el cese al fuego por violaciones a los acuerdos de no agresión. “Y la pregunta entonces es: ¿y ahora qué? Más allá del tema del ELN, también están los combates del Ejército con las disidencias, especialmente en el departamento del Cauca, donde el fin de semana fueron asesinados 4 soldados. Eso también está golpeando a la Paz Total. La gente empieza a sentir que las guerrillas están aprovechando la generosidad del Gobierno para volver a sus fechorías y que se están convirtiendo en un peligro para la seguridad nacional”, sostuvo el analista Ricardo Galán.
El actual proceso de paz es la continuidad del que se inició durante el Gobierno de Juan Manuel Santos en 2014 y que fue suspendido durante el mandato de Iván Duque en 2019 tras el ataque terrorista a una escuela de formación de cadetes de la Policía. En gobiernos anteriores también se habían intentado negociaciones que resultaron fallidas por falta de acuerdo entre las partes.
El 21 de abril, en una entrevista con el diario El País, de España, “Pablo Beltrán”, nombre de guerra de Israel Ramírez Pineda, y uno de los jefes del ELN, dijo que “la negociación con Petro es peor que con Uribe, Santos y Duque”. Y, por el anuncio de esa guerrilla de volver a secuestrar con fines extorsivos, todo parece indicar que no está muy cerca un acuerdo que ponga fin al conflicto con ese grupo alzado en armas.
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