Hoy en día, la meseta de piedra caliza de Mendip Hills, en el Reino Unido, es famosa por su belleza natural. Pero hace unos 4.000 años, en la Edad del Bronce Temprano, allí se desarrolló un capítulo espeluznante de la prehistoria británica.
Miles de huesos humanos excavados en las décadas de 1970 y 1980, en un pozo que se hunde unos 15 metros desde la superficie cubierta de hierba, mostraban evidencia de violencia.
Ahora, un análisis de los restos de al menos 37 personas revela la escala y la naturaleza sin precedentes de la brutalidad en un momento que los expertos alguna vez consideraron en gran medida pacífico en Gran Bretaña.
El análisis de más de 3.000 huesos encontrados en un yacimiento de Somerset, Inglaterra, llamado Charterhouse Warren, sugirió que atacantes no identificados mataron a hombres, mujeres y niños antes de descuartizarlos y canibalizarlos entre 2210 y 2010 a. C.
Los autores del estudio creen que el canibalismo puede haber sido una forma de deshumanizar a las víctimas al “alterar” a los fallecidos: comiendo su carne y mezclando sus huesos con huesos de ganado como una forma de compararlos con animales, dijeron los investigadores.
Resulta difícil determinar el motivo del crimen en una época en la que no existían documentos escritos en la región. Se están realizando análisis de ADN para determinar el grado de parentesco entre las víctimas.
En otras noticias arqueológicas, los investigadores ahora creen que saben por qué Stonehenge fue reconstruido alrededor del 2500 a. C., unos cientos de años antes de que ocurrieran los devastadores acontecimientos en Somerset.
Cuando los científicos espaciales avistaron por primera vez ‘Oumuamua en 2017, el descubrimiento llamó inmediatamente su atención.
El primer objeto observado en nuestro sistema solar que se originó fuera de él, ‘Oumuamua, resultó no ser una sonda extraterrestre, pero sí algo inusual. El cuerpo celeste desdibujó la línea entre un asteroide y un cometa.
Los astrónomos han bautizado a este nuevo objeto cósmico como un cometa oscuro, y un equipo de científicos anunció recientemente que ha detectado siete objetos más de estos misteriosos.
La nueva investigación muestra que hay dos poblaciones distintas de cometas oscuros, que pueden haber ayudado a transportar elementos vitales como agua a la Tierra al principio de la historia del planeta.
A diferencia del búho nival, la lechuza común vive en latitudes donde no nieva regularmente.
¿Por qué entonces su parte inferior es de un blanco brillante? El paradójico y brillante plumaje de la lechuza común ha desconcertado a los científicos, que han propuesto explicaciones contradictorias para este fenómeno biológico.
Según investigaciones anteriores, el vientre y las alas brillantes del búho aturden e inmovilizan eficazmente a los roedores, que tienen aversión a la luz brillante.
La última teoría sugiere lo contrario, encontrando que el plumaje blanco permite al depredador nocturno imitar a la luna y acercarse a su presa roedor sin ser detectado en una forma de camuflaje nocturno.
Un grupo de científicos eminentes ha expresado su preocupación por un campo de investigación naciente: el impulso para crear formas de vida compuestas de moléculas que son imágenes especulares, en las que la estructura molecular encontrada en la naturaleza está invertida.
Las moléculas clave para la vida presentan un fenómeno conocido como quiralidad o lateralidad. Por ejemplo, el ADN y el ARN están hechos de nucleótidos “diestros”, y las proteínas están hechas de aminoácidos “zurdos”. Así como un guante para diestros no puede ajustarse a una mano izquierda, las interacciones entre moléculas a menudo dependen de la quiralidad.
Si bien la ciencia y la tecnología necesarias para crear bacterias espejo en un laboratorio están a una década o más de distancia, los investigadores argumentaron que el trabajo podría poner a humanos, animales y plantas en riesgo de exposición a patógenos peligrosos.
“Es un genio que no quieres dejar salir de la botella”, dijo el coautor del informe Jonathan Jones, líder del grupo en el Laboratorio Sainsbury en Norwich, Inglaterra.
Mucho antes de que los dinosaurios vagaran por el planeta, una criatura que ponía huevos y tenía colmillos largos y dentados era el carnívoro dominante en la tierra.
Estos depredadores con dientes de sable, llamados gorgonopsios, son conocidos principalmente por huesos que tienen menos de 270 millones de años.
Sin embargo, se cree que un reciente hallazgo fósil data de una época sin precedentes, de entre 280 y 270 millones de años, llenando así un antiguo espacio en blanco en el registro fósil.
El descubrimiento de los restos fosilizados de una criatura sin pelo y del tamaño de un perro en la isla española de Mallorca podría ayudar a arrojar luz sobre los primeros antepasados de los mamíferos.
La nueva especie pertenece a una de las primeras ramas del árbol genealógico de los terápsidos, que incluye no sólo a los gorgonopsios sino también a los ancestros de los mamíferos modernos y otros grupos de no mamíferos ahora extintos.
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