Trump anticipó sus medidas migratorias e indultos sobre el 6 de enero en su primera entrevista en TV desde las elecciones

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anticipó las medidas migratorias que planea emprender en sus primeros días en el cargo y esbozó cómo espera que su Departamento de Justicia gestione las investigaciones sobre sus oponentes políticos y las causas penales contra los alborotadores del 6 de enero, en su primera entrevista importante en televisión desde que ganó las elecciones presidenciales de noviembre.

En la amplia entrevista con Kristen Welker, de la cadena NBC, que se emitió este domingo, Trump reiteró su promesa de campaña de iniciar deportaciones masivas de personas que inmigraron ilegalmente a EE.UU. y de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, pero también sugirió que está dispuesto a trabajar con los demócratas para elaborar un plan que proteja a miles de inmigrantes que fueron traídos a EE.UU. cuando eran niños, en lo que constituyen sus comentarios más claros sobre el tema.

“Tenemos que hacer algo con los dreamers, porque se trata de personas que fueron traídas aquí a una edad muy temprana, y muchos de ellos son ahora personas de mediana edad. Ni siquiera hablan el idioma de su país. Y sí, vamos a hacer algo al respecto”, dijo Trump en su entrevista para “Meet the Press”, grabada el viernes.

“Trabajaré con los demócratas en un plan, y si podemos llegar a un plan, pero los demócratas han hecho muy, muy difícil hacer algo. Los republicanos están muy abiertos a los dreamers”, añadió.

Trump expresó anteriormente cierto apoyo a la protección de los dreamers durante su primer mandato, aunque su gobierno intentó poner fin a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), el programa de la administración de Barack Obama que los protege de la deportación. Ese intento fue bloqueado por la Corte Suprema en 2020.

Trump dijo que los esfuerzos de deportación masiva de su administración se enfocarán en personas con antecedentes penales, pero indicó que podría ir más allá de la deportación de criminales, sin especificar quiénes serían las “otras personas fuera de los criminales”. Cuando se le preguntó si piensa deportar a todas las personas que han entrado ilegalmente en el país, dijo: “Creo que hay que hacerlo”.

“Es algo muy difícil de hacer”, dijo, y añadió: “Ya sabes, tienes normas, reglamentos, leyes. Entraron ilegalmente”.

Preguntado sobre las familias con estatus migratorio mixto —donde los padres están en el país ilegalmente pero sus hijos no— Trump dijo: “No quiero estar rompiendo familias, así que la única manera de no romper la familia es mantenerlos juntos, y tienes que enviarlos a todos de vuelta”.

Trump también redobló su promesa electoral de acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento, protegida por la 14ª Enmienda, y sugirió que podría intentar anular ese derecho mediante una acción ejecutiva.

“Vamos a tener que conseguir cambiarlo, o tal vez volvería al pueblo, pero tenemos que acabar con ello. Somos el único país que lo tiene”, dijo, repitiendo una afirmación falsa que ya hizo en el pasado. “Si podemos hacerlo, a través de una acción ejecutiva. Iba a hacerlo a través de la acción ejecutiva, pero entonces tuvimos que arreglar lo del covid-19 primero, para ser honesto con usted”.

Como informó CNN, unas tres docenas de países conceden la ciudadanía automática a las personas nacidas en su territorio.

Trump dijo que no buscaría “represalias” contra el presidente Joe Biden ni contra sus enemigos políticos, pero en repetidas ocasiones dejó espacio para que sus elecciones para gabinete decidieran si ir tras personas específicas. Sugirió que los miembros del Congreso que dirigieron las investigaciones sobre su conducta durante el ataque al Capitolio de EE.UU. del 6 de enero de 2021 deberían ir a la cárcel y que estudiará en su primer día la posibilidad de conceder indultos a los simpatizantes implicados en la revuelta.

“Esta gente ha estado ahí, ¿hace cuánto? ¿Tres o cuatro años? Llevan años ahí y están en un lugar asqueroso y repugnante que ni siquiera debería permitirse que estuviera abierto”, dijo. Casi 1.200 personas se han declarado culpables o han sido declaradas culpables en juicio por delitos relacionados con el ataque del 6 de enero, según el Departamento de Justicia. Más de 645 acusados fueron condenados a cumplir alguna pena de cárcel.

Trump comentó que no ordenaría a su Departamento de Justicia que investigara a los miembros del Congreso y a los funcionarios del gobierno de Biden que dirigieron las pesquisas sobre su papel en el 6 de enero, pero continuó sugiriendo que su Departamento de Justicia tendría justificación para decidir iniciar investigaciones sin contar con él.

Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de investigar al fiscal especial Jack Smith, quien llevó los dos casos federales contra él y recientemente los abandonó, Trump dijo que quiere que su elegida para secretaria de Justicia, Pam Bondi, “haga lo que quiera hacer”.

“Ella tiene mucha experiencia. Quiero que haga lo que quiera hacer. No voy a darle instrucciones para que lo haga”, dijo.

Trump fue más directo al hablar de los miembros del Congreso que dirigieron la Comisión Especial de la Cámara de Representantes sobre el 6 de enero, y dijo a Welker que los copresidentes de la comisión —la republicana Liz Cheney, que ya abandonó el Congreso, y el demócrata Bennie Thompson— deberían “ir a la cárcel”.

“Cheney estaba detrás de esto. También Bennie Thompson y todos los de esa comisión”, dijo. “Por lo que hicieron, sinceramente, deberían ir a la cárcel”.

Trump también sugirió que los miembros de la comisión harían bien en recibir indultos preventivos de Biden para protegerse de la persecución penal. CNN informó la semana pasada que asistentes de Biden en la Casa Blanca, funcionarios del gobierno y prominentes abogados defensores en Washington estaban discutiendo posibles indultos preventivos o ayuda legal para las personas que podrían ser blanco de Trump.

“Biden puede darles un indulto si quiere”, dijo Trump. “Y quizá debería hacerlo”.

El exrepresentante republicano Adam Kinzinger, quien sirvió en la comisión, le dijo a Manu Raju de CNN este domingo que “no está preocupado” de que el gobierno de Trump lo investigue a él o a sus compañeros de la comisión.

CNN se puso en contacto con Cheney y Thompson para hacer comentarios.

Presionado sobre si daría instrucciones a Bondi o a Kash Patel, su elección para dirigir el FBI, de enviarlos a la cárcel, Trump dijo: “No, en absoluto”, antes de añadir: “Creo que tendrán que estudiarlo”.

A la pregunta de si planea dar seguimiento a su frecuente promesa de campaña de investigar a Biden —a quien tachó repetidamente de “corrupto” y “criminal” durante la campaña—, Trump dijo que no quiere “volver al pasado”.

“Realmente busco que nuestro país tenga éxito. No estoy buscando volver al pasado”, dijo, y agregó: “La represalia será a través del éxito”.

Cuando se le preguntó sobre haber dicho previamente que ordenaría a su Departamento de Justicia que nombrara a un fiscal especial para investigar a Biden, Trump dijo que no haría eso, pero dejó la puerta abierta para que los altos funcionarios del Departamento de Justicia tomen sus propias determinaciones.

“No, no voy a hacer eso a menos que encuentre algo que me parezca razonable”, dijo. “Pero esa no va a ser mi decisión. Esa va a ser la decisión de Pam Bondi, y, en diferente medida, Kash Patel, suponiendo que ambos estén allí, y creo que ambos van a ser aprobados”. Trump eligió a Patel para dirigir el FBI, a pesar de que al actual director, Christopher Wray, nombrado por Trump, aún le quedan varios años de su mandato de una década.

A lo largo de la entrevista, Trump adoptó en ocasiones un tono más moderado hacia sus oponentes políticos y pareció dar prioridad a la unidad del país frente a la venganza. Dijo que planea hacer de la unidad un tema central de su discurso de investidura y expresó su confianza en que su administración alcance un nivel de éxito que una al país.

Pero Trump invocó llamados similares a la unidad en varios momentos de su campaña —incluso tras el primer intento de magnicidio contra él— antes de volver a menudo a la retórica amarga y divisiva y a los ataques personales. Durante la entrevista con NBC, Trump volvió a negarse a reconocer que perdió las elecciones presidenciales de 2020.

En la entrevista, Trump adelantó además su plan de imponer aranceles adicionales a tres de los mayores socios comerciales del país: México, Canadá y China. Volvió a argumentar que EE.UU. está “subvencionando” a esos países y dijo que las subidas arancelarias crearán una economía más equitativa para EE.UU. y sus aliados. Pero Trump dijo que “no puede garantizar” que los aranceles no generen un aumento de los precios de los bienes para los estadounidenses, como han sugerido economistas.

“No puedo garantizar nada. No puedo garantizar el mañana”, dijo, antes de afirmar que durante su primera presidencia “no tuvimos inflación” y que los aranceles que impuso “no costaron nada a los estadounidenses”. Ambas aseveraciones son falsas, según la verificación de hechos realizada por CNN.

Trump también dijo que no tiene intención de sustituir a Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, cuando asuma el cargo.

En respuesta a las preocupaciones de que su iniciativa para reducir el gasto público, encabezada por los empresarios tecnológicos Elon Musk y Vivek Ramaswamy, podría llevar a recortes en los programas de prestaciones sociales, Trump prometió no hacer recortes en la Seguridad Social ni aumentar la edad de jubilación para empezar a recibir prestaciones. Pero sí dijo que su gobierno buscaría hacer el programa “más eficiente”.

Ramaswamy dijo anteriormente que su iniciativa y la de Musk, el “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, trataría de eliminar “el despilfarro, el fraude y el abuso” en los programas de prestaciones sociales.

Después de elegir a Robert F. Kennedy Jr., un conocido escéptico de las vacunas que ha promovido teorías de conspiración antivacunas, como su candidato para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos, Trump dijo que está abierto a que Kennedy estudie la eliminación de las vacunas infantiles “si son peligrosas para los niños”. Luego sugirió falsamente que las vacunas han contribuido a un aumento de los diagnósticos de autismo, una afirmación que ha sido desmentida en repetidas ocasiones.

Trump siguió pregonando su agenda aislacionista en política exterior, insinuando posibles movimientos de alejamiento de los aliados estadounidenses en Europa. Se negó a comprometerse a mantener a EE.UU. en la OTAN durante su mandato, diciendo que, si los aliados de la OTAN no aumentaban sus contribuciones para financiar los gastos de defensa de la organización, consideraría retirarse “absolutamente”. Y cuando se le preguntó si Ucrania debería prepararse para recibir menos ayuda estadounidense cuando asuma el cargo, Trump dijo “posiblemente, probablemente, seguro”.

Trump, que será la persona de más edad en jurar su cargo como presidente, volvió a comprometerse a hacer público su historial médico, afirmando que no tiene “ningún problema con ello” y que “creo que cualquiera debería hacerlo”. Anteriormente hizo públicas cartas de sus médicos personales en las que describían su estado de salud, pero no ha divulgado relatos detallados de su historial médico.

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