Las autoridades alemanas se enfrentan a crecientes acusaciones de que podrían haber hecho más para impedir un mortal ataque en un mercado navideño, mientras un juez ordenó que se mantuviera al sospechoso en prisión preventiva tras una comparecencia ante el tribunal a última hora de la noche del sábado.
Taleb al-Abdulmohsen está acusado de embestir con un automóvil un concurrido mercado de la ciudad de Magdeburgo, lo que causó cinco muertos y más de 200 heridos.
El móvil del atentado no está claro, pero el sospechoso es un ciudadano saudita de 50 años que lleva más de una década viviendo en Alemania y trabajando para ayudar a sauditas a abandonar su país de origen. En las redes sociales, ha sido un ferviente crítico del Islam y los fiscales sugirieron que podría haberse amargado con la forma en que Alemania trata a los refugiados sauditas.
Los mensajes recientes se habían vuelto cada vez más amenazantes. Uno dice “si Alemania quiere matarnos, los masacraremos, moriremos o iremos a la cárcel con orgullo”.
“El magistrado ordenó la prisión preventiva por cinco cargos de asesinato, varios cargos de intento de asesinato y varios cargos de lesiones corporales peligrosas”, indicó un comunicado de la Policía emitido a primera hora de este domingo .
“El acusado fue trasladado a un centro penitenciario”, agregó.
La Policía también dio a conocer detalles adicionales sobre las víctimas del ataque del viernes. Entre los fallecidos hay un niño de nueve años y cuatro mujeres de 45, 52, 67 y 75 años, según el comunicado.
El ataque ha sido recibido con confusión y enfado por la población y los políticos, que se preguntan sobre posibles fallos de seguridad a solo dos meses de las elecciones federales, en las que la inmigración será probablemente un tema álgido.
Alemania reforzó la seguridad en los mercados navideños —un elemento característico de la temporada festiva— tras un atropello mortal en Berlín en 2016.
Pero el jefe de Policía de Magdeburgo, Tom-Oliver Langhans, dijo el sábado que el atacante pudo acceder al mercado utilizando los puntos de salida de emergencia, normalmente reservados para ambulancias y otros vehículos de emergencia.
En la misma conferencia, el funcionario municipal Ronni Krug insistió en que el concepto de seguridad del mercado navideño de Magdeburgo “se revisa y modifica constantemente”.
Krug continuó: “La policía debe investigar primero cómo pudo producirse este caso. No voy a entrar en especulaciones. Pero pueden estar seguros de que seguiremos actualizando el concepto de seguridad, que de todas formas estamos actualizando constantemente, una vez que hayamos llegado a una valoración con nuestros colegas de la policía”.
Las autoridades sauditas habían advertido previamente a sus homólogos alemanes sobre el presunto atacante, en varias ocasiones, dijeron a CNN dos fuentes con conocimiento de las comunicaciones.
CNN se puso en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania en busca de comentarios sobre las advertencias y fue remitida al Ministerio del Interior, que a su vez remitió a CNN a la fiscalía de Magdeburgo. CNN no ha recibido respuesta de la fiscalía.
Pero en declaraciones a la cadena pública alemana ZDF, Holger Münch, presidente de la oficina penal federal alemana, confirmó: “Nosotros mismos recibimos un aviso de Arabia Saudita en noviembre de 2023”.
Añadió que se iniciaron procedimientos y que la policía de Sajonia-Anhalt tomó “medidas de investigación apropiadas”, aunque la información que tenían sobre Taleb al-Abdulmohsen era demasiado “inespecífica” y “no era conocido por actos violentos”.
Políticos alemanes de extremos opuestos del espectro político han aprovechado el mortal ataque del viernes para atacar al gobierno de coalición.
Sahra Wagenknecht, líder del partido de extrema izquierda Alianza Sahra Wagenknecht, pidió a la ministra del Interior, Nancy Faeser, que explique “por qué se ignoraron de antemano tantos consejos y advertencias”.
Bernd Baumann, jefe parlamentario del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), exigió que se convocara una sesión parlamentaria especial para discutir cuestiones de seguridad en una publicación en X.
El sábado por la noche, manifestantes de extrema derecha tomaron las calles de Magdeburgo, en una señal de las tensiones que se han desatado tras el atentado. Algunos llevaban pasamontañas y ondeaban una pancarta en la que se leía “remigración”, un término que aboga por la deportación masiva de inmigrantes.
A la manifestación del sábado asistieron más de 2.000 personas, según la policía.
El partido antiinmigración AfD celebrará un mitin el lunes, seguido de una marcha en señal de duelo por las víctimas.
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