El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, sobrevivió a una votación de juicio político este sábado sobre su breve declaración de ley marcial, pero el partido gobernante dijo que buscará su renuncia.
En otro día de gran dramatismo, Yoon evitó ser destituido de su cargo después de que miembros de su partido abandonaran el parlamento y boicotearan la votación. Sólo dos permanecieron en la cámara, mientras que el único legislador gobernante que regresó votó en contra de la moción.
Fuera del salón principal, se podía escuchar a los legisladores de la oposición gritar: “¡Entren [al recinto]!”. También los llamaron “cobardes”.
Mientras tanto, grandes multitudes de manifestantes se reunieron fuera de la Asamblea Nacional, pidiendo la destitución del presidente.
El presidente Yoon ha estado enfrentando una intensa presión para renunciar, después de su sorpresivo intento de declarar la ley marcial en Corea del Sur, que fue abortado. El intento fallido, que habría sido la primera vez en más de cuatro décadas si se promulgaba la ley, provocó una feroz reacción.
Se necesitan al menos 200 legisladores para que se lleve a cabo la votación.
Los legisladores de la oposición han presentado otra moción para el miércoles 11 de diciembre, la próxima fecha disponible en la que pueden votar sobre el juicio político de Yoon.
A pesar de que en gran medida se unieron para frustrar el impeachment de Yoon, el gobernante Partido del Poder Popular (PPP), del que es miembro el presidente, insiste en que debe dimitir.
El líder del PPP, Han Dong-hoon, dijo que su partido “seguirá presionando para que el presidente renuncie de manera ordenada” con el fin de “minimizar la confusión”.
Un legislador de la oposición, Kim Joon-hyung, del Partido de la Reconstrucción de Corea, dijo que no había forma de que el presidente pudiera durar hasta el final de su mandato, y que estaba “acabado”.
“Cuanto antes renuncie o sea destituido, mejor para nuestro país”.
El único legislador que volvió a votar en contra de la moción, Kim Sang-wook, describió su situación y dijo a los periodistas en la Asamblea Nacional que cree que se debe preservar el conservadurismo que “protege a la libre República de Corea”.
Si bien no cree que el presidente Yoon califique como presidente, votó en contra de la moción de impeachment de acuerdo con la opinión de su partido. Dijo que había escuchado al presidente, quien se disculpó y dijo que “confiaría” en que el partido respondiera.
“Quiero creer en sus palabras”, dijo Kim.
Yoon se disculpó ante la nación este sábado en sus primeros comentarios públicos desde que su intento fallido de imponer la ley marcial sumió al país en el caos político y provocó pedidos de destitución.
“Esta declaración de emergencia de la ley marcial surgió de mi desesperación como máximo responsable de los asuntos del Estado”, dijo Yoon en un discurso de dos minutos.
“Lo siento profundamente y pido sinceras disculpas a los ciudadanos que deben haberse sentido muy conmocionados”, dijo Yoon, reconociendo que “causó ansiedad y molestias” a los ciudadanos surcoreanos.
Yoon dijo que “no eludirá la responsabilidad legal y política relacionada con esta declaración de ley marcial”.
El furor comenzó a última hora de la noche del martes, cuando Yoon declaró la ley marcial en un discurso televisado sin previo aviso, acusando al principal partido de la oposición de simpatizar con Corea del Norte y de “actividades antiestatales”. Citó una moción del Partido Democrático, mayoritario en el Parlamento, para destituir a los principales fiscales y rechazar una propuesta presupuestaria del gobierno.
Sin embargo, en solo seis horas, el líder se vio obligado a dar marcha atrás, después de que los legisladores se abrieran paso a través de los soldados en el parlamento para anular por unanimidad el decreto.
En respuesta a los rumores de este sábado de que la ley marcial sería invocada nuevamente, Yoon dijo que “no habrá en absoluto un segundo intento de enmienda constitucional”.
“Confiaré a mi partido los métodos para estabilizar la situación política, incluido el resto de mi mandato… Pido disculpas a los ciudadanos por las preocupaciones que he causado”, concluyó Yoon al bajar del estrado y hacer una reverencia.
La declaración de emergencia militar, aunque de corta duración, fue recibida con conmoción e indignación en todo el país, que sigue profundamente marcado por la brutalidad de la ley marcial impuesta durante décadas de dictadura militar antes de ganar una larga y sangrienta lucha por la democracia en la década de 1980.
La presión sobre Yoon ha aumentado en los últimos días, con manifestantes y figuras de la oposición exigiendo su destitución, y el apoyo vacilante incluso dentro de su propio partido y las Fuerzas Armadas.
El líder del partido gobernante declaró tras el discurso de Yoon que la dimisión del presidente ya era inevitable.
En declaraciones a la prensa, Han Dong-hoon, jefe del Partido del Poder Popular del propio Yoon, dijo que era “imposible que el presidente siguiera ejerciendo sus funciones normales”.
Este viernes, Han dijo que Yoon debía ser suspendido inmediatamente de sus funciones para proteger al país de un “grave peligro”, en un dramático cambio de opinión que agrava la presión sobre el presidente.
Las disculpas de Yoon se produjeron al tiempo que salían a la luz nuevos detalles de la lista de detenciones que el presidente elaboró durante los disturbios, un importante punto de inflexión que llevó a Han a pedir la suspensión de Yoon este viernes.
Poco después de declararse la ley marcial, Yoon supuestamente dijo por teléfono a Hong Jang-won, primer subdirector del Servicio Nacional de Inteligencia, que debía aprovechar la oportunidad para “arrestar y limpiar todo”.
Yoon dijo que daría autoridad al servicio de inteligencia para lanzar una investigación de contrainteligencia y “apoyarla con fondos y personal incondicionalmente”.
Los detalles fueron revelados por primera vez a los periodistas por legisladores informados sobre la conversación telefónica, y Hong confirmó este sábado a CNN la veracidad del contenido.
Hong se enteró más tarde de la lista a través del Mando de Contrainteligencia de Defensa (DCC, por sus siglas en inglés) y pensó que era “una locura”, dijeron antes los legisladores citándolo.
Han figuraba en la lista de detenidos junto a un grupo de políticos, entre ellos el líder del opositor Partido Demócrata, Lee Jae-myung.
The-CNN-Wire
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