(CNN Español) — El gobierno de Argentina encontró en el Régimen de regulación de activos una fuente de dólares cuya primera etapa ha terminado con un incremento.
El monto devengado hasta ahora representa un aporte monetario mayor del que habitualmente hacen otros sectores. El “blanqueo” (como se conoce al régimen) generó US$ 11.900 millones hasta el último día de septiembre, de acuerdo con el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Reglamentada en julio de este año, la medida permite regularizar sin costo dinero no declarado hasta el momento, siempre que no se superen los US$ 100.000 y los recursos se mantengan en el sistema financiero hasta el 31 de diciembre de 2025 o se inviertan de diferentes maneras establecidas por el Ministerio de Economía.
Esto, que permite al gobierno un mejor control de las diferentes cotizaciones de la divisa estadounidense, es una “lluvia de dólares” si se compara, por ejemplo, con estadísticas de comercio exterior, la principal fuente de esta moneda que tiene Argentina.
La dolarización está bastante lejana para Argentina, asegura experto
Si bien es cierto que el total acumulado por exportaciones en lo que va del año supera al ingresado por el “blanqueo”, lo es también que el país ha conseguido más dólares a partir de este régimen que en la relación individual con cada uno de las naciones con las que comercia. Por ejemplo: Argentina hizo a Brasil, su principal socio comercial, ventas por un total de US$ 8.512 millones hasta agosto. A su segundo mercado de destino, China, fueron US$ 4.598 millones. Mientras que a Estados Unidos, su tercer socio en importancia, sumó US$ 4.113 millones.
No todo el dinero que ingresa por el “blanqueo” va a enriquecer las reservas del Banco Central. Según especialistas, la proporción es que 3 de cada 10 dólares que entran por este régimen van a reservas por multas o encajes. Esto hace que, más allá del buen ritmo del “blanqueo”, no alcance para generar previsibilidad en el frente externo y, de ese modo, avanzar con medidas clave para terminar con las restricciones cambiarias, por ejemplo.
¿Y el “cepo”?
Las autoridades no han puesto fecha de finalización definitiva a las restricciones cambiarias que existen desde finales de 2019 para la libre transacción de divisas a través del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC). Ante las consultas de analistas y periodistas, los funcionarios no dan precisiones ni plazos estimados.
El gobierno ha dado señales de querer regularizar la situación cambiaria. La semana pasada, volvió a flexibilizar este tope (conocido como “cepo”), pero solo para los exportadores de servicios. En un comunicado, el BCRA amplió de cinco a 20 días el plazo para el ingreso de divisas por este cobro.
¿Qué condiciones deberían darse para una apertura total? El economista Nicolás Litvinoff, director de Estudinero.org, sostiene que “el equipo económico tiene algunos números en mente para poder liberar el ‘cepo’ cambiario, sin que se repita la experiencia negativa que tuvo el gobierno de Mauricio Macri, cuando se liberó antes de tiempo y después tuvieron que volver a implementarlo”.
Según el experto, el gobierno debe considerar indicadores como el volumen de las reservas internacionales del BCRA, el déficit fiscal primario y el superávit de cuenta corriente.
“Para ponerlo en números, podríamos decir que las reservas netas deberían estar entre US$ 25.000 y 30.000 millones, para tenerlas disponibles y que sirvan como un colchón para enfrentar una demanda inicial de dólares tras la liberación del mercado cambiario”, asegura.
Subraya además la importancia de que la inflación esté por debajo del 20% anual, o sea menos de 2% mensual, “para que el gobierno sepa que puede liberar el tipo de cambio sin que esa presión inflacionaria que haga que los inversores o la gente en general busquen refugiarse en el dólar para mantener el poder adquisitivo”.
Litvinoff coincide con la mayoría de los especialistas, que sostienen que es clave tener superávit del sector externo como una señal de que el tipo de cambio puede mantenerse en los valores que estipule el gobierno.
“Se necesita un superávit de cuenta corriente del orden del 1 al 2% del PBI, como mínimo, y eso se puede lograr con un crecimiento de las exportaciones”, dice.
Economistas como Ricardo Arriazu, Gustavo Cañonero y Rafael Di Tella, convocados por el BCRA, aconsejaron esta semana ir hacia un levantamiento gradual del “cepo”, pero sin que eso implique una devaluación, como proponen otros sectores ante un tipo de cambio que evolucionó por detrás de la inflación en lo que va del año.
A la vez, los depósitos en dólares gozan de buena salud. Superaron en saldo al “blanqueo” de 2016 y preparan un escenario para la normalización del mercado cambiario en Argentina.
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