“La Niña” llegó finalmente tras meses de anticipación, pero tiene su truco. El patrón climático, que suele tener una influencia desproporcionada en el clima invernal de Estados Unidos, es bastante débil y es posible que no se mantenga por mucho tiempo.
Pero eso no eliminará totalmente su efecto. Y, a pesar de su llegada con retraso, ya ha desempeñado un claro papel en el tiempo de este invierno.
Los meteorólogos siguen de cerca “La Niña” y su homólogo “El Niño” porque influyen en el tiempo global de una manera que es en gran medida consistente y predecible con bastante anticipación, especialmente cuando los patrones son fuertes.
El invierno pasado fue el más cálido registrado en EE.UU. y estuvo dominado por un “super El Niño”. Este invierno es diferente: el fenómeno de “La Niña” no solo es mucho más débil que “El Niño” del año pasado, sino que llega muy tarde a la fiesta. Ambos ejercen su mayor influencia sobre el clima en los meses de invierno, y en este “La Niña” ya desperdició mucho tiempo, según Emily Becker, profesora de Investigación de la Universidad de Miami.
“Está comenzando justo en el momento en que normalmente alcanzaría su punto máximo (de fuerza) y empezaría a disminuir”, explicó Becker, que también es una de las principales autoras del blog La Niña/El Niño de la NOAA.
Eso no significa que no tenga efecto en el clima invernal de EE.UU.
El fenómeno se caracteriza por temperaturas del agua más frías que la media en el Pacífico ecuatorial, junto con los correspondientes cambios en los patrones de la atmósfera superior, y estos cambios influyen en el tiempo a nivel mundial.
La atmósfera empezó a parecerse a “La Niña” en otoño, pero las temperaturas oceánicas no se parecieron realmente a “La Niña” hasta finales de año, explicó Becker.
Así que, a pesar del momento y de su estado debilitado, la influencia atmosférica de “La Niña” ya ha sido evidente este invierno.
California es el ejemplo más evidente. El invierno en el norte de California suele ser más húmedo durante “La Niña”, mientras que la mitad sur del estado es más seca de lo normal. Esos extremos se están manifestando de manera importante: en el norte de California ha llovido mucho, mientras que el sur está tan seco que esta semana han ardido miles de hectáreas.
“La Niña” también suele provocar más precipitaciones en el Medio Oeste. Varias ciudades importantes de la región, incluidas St. Louis, Indianápolis y Cincinnati están teniendo uno de los comienzos de invierno más lluviosos hasta la fecha, según datos del Centro Climático Regional del Sureste.
Pero también hay excepciones que demuestran que “La Niña” no es el único factor que influye esta temporada.
El sur y partes del centro de EE.UU. suelen ser más secos y cálidos de lo normal durante un invierno de “La Niña”, pero eso no ha sido así al menos en las últimas semanas. Períodos de aire ártico brutalmente frío han dominado los dos tercios orientales del país desde diciembre y las tormentas invernales han provocado disrupciones semanales desde principios de año.
Según el Centro de Predicción del Clima, se prevé que “La Niña” se mantenga débil hasta abril, antes de dar paso de nuevo a las denominadas condiciones neutras (ni “La Niña” ni “El Niño”).
Las tendencias para el resto del invierno y el comienzo de la primavera siguen mostrando la influencia de “La Niña”, pero no está garantizado que la temporada se desarrolle exactamente como una “La Niña” típica.
“Si ‘La Niña’ fuera más fuerte, tendría más confianza… en que el resto del invierno se asemejaría mucho al impacto esperado de ‘La Niña’”, explicó Becker, señalando que “La Niña” más débil deja espacio para que otros factores atmosféricos ejerzan influencia.
A pesar de ello, se espera que las temperaturas más cálidas de lo normal se impongan en gran parte del sur y el este de EE.UU. de enero a marzo, según el CPC. Se prevén condiciones más frías de lo normal en algunos estados del noroeste, también típicas de “La Niña”.
Es probable que continúen las condiciones más húmedas de lo normal en el noroeste y el medio oeste y en partes del noreste hasta marzo. El aumento de las precipitaciones, unido a las temperaturas más bajas, podría provocar nevadas a principios de la primavera. Se espera que gran parte del sur de EE.UU. termine más seco de lo normal, pero algunas partes del valle del Mississippi y el sureste podrían ser la excepción.
Los pronosticadores a largo plazo del CPC plantearon por primera vez la posibilidad de un cambio a “La Niña” en febrero de 2024, cuando “El Niño” todavía era muy fuerte. En aquel momento, los expertos pensaban que “La Niña” llegaría durante el verano o el otoño y aumentaría la actividad de los huracanes en el Atlántico.
“El Niño” perdió finalmente su control sobre el clima mundial en junio, pero la llegada de “La Niña” se retrasó repetidamente, dejando un largo periodo de condiciones neutras durante el verano y el otoño. Resultó que la temporada de huracanes no necesitaba a “La Niña” para producir efectos devastadores.
Según Becker, es probable que el retraso se deba a las temperaturas oceánicas mundiales, muy por encima de la media desde hace más de un año. Las temperaturas globales del aire también fueron extremas en 2024, que probablemente será el primer año registrado en superar un límite crítico de calentamiento.
Resultó difícil para el Pacífico ecuatorial enfriarse en una fase de “La Niña” cuando los océanos circundantes y la atmósfera retuvieron tanto calor excepcional.
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