La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, presentó este martes una imagen de determinación con miras al futuro en sus primeros comentarios importantes desde que concedió su derrota electoral, implorando a los jóvenes a “permanecer en la lucha” a medida que termina el año y se acerca el comienzo del segundo mandato del presidente electo Donald Trump.
“Los movimientos por los derechos civiles, los derechos de las mujeres, los derechos de los trabajadores, los propios Estados Unidos de América, nunca habrían llegado a existir si la gente hubiera abandonado su causa después de que un caso judicial o una batalla o unas elecciones no fueran a su favor”, dijo Harris a una multitud de jóvenes líderes en el condado de Prince George, Maryland.
La vicepresidenta dijo que en el último mes se le han acercado simpatizantes “diciéndome que se sienten cansados, tal vez incluso resignados”.
“La gente me ha dicho que no están seguros de si tienen la fuerza, y mucho menos el deseo, de seguir en la lucha”, dijo. “Pero permítanme ser muy clara: nadie puede abandonar. Nadie puede abandonar. Debemos seguir luchando, todos y cada uno de nosotros”.
Si bien las declaraciones de Harris tuvieron un tono optimista, el escenario ocultaba cierto reconocimiento de dónde ella y los demócratas se quedaron cortos en su fallido esfuerzo por derrotar a Trump, que hizo importantes incursiones entre los jóvenes este ciclo electoral.
También la posicionaron implícitamente como un puente hacia la próxima generación de líderes demócratas, la continuación de una promesa que el presidente Joe Biden también hizo, pero que finalmente no cumplió, convirtiéndose en cambio en un puente hacia una segunda administración Trump.
“En momentos como este, la verdadera prueba de nuestro carácter es cuán resilientes y persistentes somos para perseguir el futuro que todos podemos ver”, dijo. “¿Alzamos las manos o nos arremangamos?”
Harris no dio planes concretos para su futuro; sus colaboradores siguen divididos sobre si debería presentarse a la gobernación de California en 2026 o montar otra campaña para la presidencia dos años después. Es probable que tenga que decidirse a finales de verano.
La vicepresidenta ha mantenido un perfil público bajo desde su derrota y su discurso de concesión el mes pasado. A mediados de noviembre viajó a Hawai para pasar una semana de vacaciones y regresó a Washington a tiempo para trabajar como voluntaria en DC Central Kitchen el Día de Acción de Gracias. Pasó el “Sábado del Pequeño Comercio” comprando en una tienda de libros de cocina de Washington.
A principios de mes asistió a los Kennedy Center Honors y la semana pasada celebró fiestas y cenas de gala en el Observatorio Naval con el personal de su oficina y de su campaña.
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