Europa está en una “era de preguerra”, advierte el primer ministro polaco, señalando la amenaza que representa Rusia

(CNN) — El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió que Europa se encuentra en una “era de preguerra”, pero aún le queda un “largo camino por recorrer” antes de estar preparada para hacer frente a la amenaza que representa Rusia.

“La guerra ya no es un concepto del pasado. Es real, y empezó hace más de dos años. Lo más preocupante en este momento es que literalmente cualquier escenario es posible. No hemos visto una situación así desde 1945”, dijo Tusk en una entrevista con el diario alemán Die Welt publicada el viernes.

“Sé que suena devastador, especialmente para las generaciones más jóvenes, pero tenemos que acostumbrarnos al hecho de que ha comenzado una nueva era: la era de la preguerra. No exagero. Cada día está más claro”, agregó.

Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, los dirigentes y militares europeos están cada vez más preocupados por la posibilidad de que el conflicto se extienda a otros países fronterizos. El presidente Vladimir Putin ha negado en repetidas ocasiones que Rusia pretenda atacar a los países de la OTAN.

Tusk afirmó que “la guerra ya no es un concepto del pasado” en una entrevista con medios alemanes. (Crédito: Wojtek Radwanski/AFP/Getty Images)

La guerra de Rusia puso patas arriba el orden geopolítico posterior a la Guerra Fría, obligando a Europa a tomarse en serio su propia defensa tras décadas de menguantes presupuestos militares e impulsando a los países de su frontera a tomar medidas más drásticas.

Suecia y Finlandia se han incorporado recientemente a la OTAN, algo que hasta hace dos años hubiera resultado impensable para los dos países escandinavos, famosos por su neutralidad. En los países bálticos, Estonia y Lituania han reforzado sus presupuestos de defensa muy por encima del compromiso mínimo de la OTAN del 2% del PIB. Y Moldova, que limita con Ucrania y ha sido durante mucho tiempo vulnerable a la intromisión rusa, está acelerando su camino hacia la Unión Europea.

Mientras tanto, el triunvirato formado por Francia, Alemania y Polonia —el llamado “Triángulo de Weimar”— ha encabezado los esfuerzos del continente por rearmarse y protegerse frente a nuevas agresiones rusas.

Tusk volvió al poder tras las elecciones del año pasado y desde entonces ha tratado de reconducir a Polonia a la corriente principal europea tras casi una década de gobierno autoritario bajo el populista Partido Ley y Justicia.

Polonia, situada entre Alemania y Rusia, es consciente desde hace tiempo de la importancia de una defensa fuerte. Este año, el presupuesto militar de Polonia superó el 4% de su PIB, el doble de la directriz de la OTAN. También ha acogido a millones de ucranianos que han huido de la invasión rusa.

El pasado fin de semana, Polonia declaró que un misil de crucero ruso dirigido contra Ucrania había entrado en su espacio aéreo —algo que se repite desde hace más de dos años de guerra— y exigió explicaciones a Moscú.

A pesar de los esfuerzos de Europa por reforzar su defensa, Tusk dijo que el continente aún “tiene un largo camino por recorrer”. Afirmó que debe ser “independiente y autosuficiente en defensa” al tiempo que mantiene una fuerte alianza con Estados Unidos.

Mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mantenido firme en su apoyo a Ucrania, el expresidente Donald Trump dijo el mes pasado que, si es reelegido en noviembre, animaría a Rusia a hacer “lo que demonios quiera” con cualquier miembro de la OTAN que no cumpla las directrices de gasto en defensa.

“Nuestro trabajo es fomentar las relaciones transatlánticas, independientemente de quién sea el presidente de Estados Unidos”, declaró Tusk.

Tusk también advirtió que Putin podría utilizar el atentado terrorista en el Crocus City Hall de Moscú como pretexto para intensificar la guerra en Ucrania.

Video muestra el lugar del tiroteo en sala de conciertos cerca de Moscú 2:04

“Sabemos por la historia que Putin utiliza este tipo de tragedias para sus propios fines”, dijo, recordando los sucesos de 2002, cuando hombres armados chechenos tomaron 800 rehenes en el teatro Dubrovka de Moscú, y de 2004, cuando rebeldes chechenos tomaron 1.200 niños y adultos como rehenes en una escuela de Beslán, en el sur de Rusia.

“Putin ya empezó a culpar a Ucrania de la preparación de este atentado, aunque no ha aportado ninguna prueba. Obviamente, siente la necesidad de justificar los ataques cada vez más violentos contra sitios civiles en Ucrania”, dijo Tusk.

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