Sean Combs, un magnate de la música que una vez encabezó las listas de éxitos antes de experimentar una caída que ha acaparado los titulares, estará presente en un tribunal de Nueva York este lunes durante la selección de un jurado de sus pares que decidirá su destino en medio de una serie de cargos federales.
El desafío, dice un experto, es encontrar un jurado que escuche los hechos y, en la medida de lo posible, emita un veredicto justo para un hombre que es el acusado, no un hombre conocido por muchos como Diddy.
“Este es el caso excepcional en el que hay que asumir que cada posible jurado sabe quién es el acusado, tiene conocimientos sobre el caso y probablemente tenga cierta predisposición al respecto”, declaró Elie Honig, analista legal sénior de CNN, en una entrevista reciente. “Por lo tanto, la tarea de la selección del jurado es descartar a quienes simplemente no pueden dejar de lado lo que ya saben y creen, y no pueden emitir un veredicto justo”.
Combs enfrenta cinco cargos por conspiración para cometer crimen organizado, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución. Si es declarado culpable de todos los cargos, podría enfrentar cadena perpetua.
Combs, quien ha estado bajo custodia en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) en Brooklyn desde su arresto en septiembre de 2024 , se declaró inocente de todos los cargos.
CNN informó previamente que el grupo de posibles jurados podría ser interrogado sobre temas como sus opiniones sobre el sexo con múltiples parejas, las drogas y el hip-hop. También se les podría preguntar sobre sus sentimientos, creencias o experiencias relacionadas con la violencia de pareja, la infidelidad en una relación, la prostitución, la distribución de drogas ilegales y la industria musical, según documentos judiciales revisados por CNN.
Los titulares sobre el caso se han centrado en ocasiones en los detalles más escabrosos, como las aproximadamente 1.000 botellas de aceite para bebés y lubricante personal incautadas en su domicilio durante un registro realizado por las autoridades federales en marzo de 2024. Además, están las decenas de demandas civiles interpuestas contra Combs por presuntas víctimas, incluidas personas menores de edad en el momento de los presuntos incidentes, que afirman haber sido drogadas y agredidas sexualmente por el magnate musical en conflicto. (Combs ha negado todas las acusaciones).
Si bien las demandas civiles no son parte del juicio penal federal de Combs, será un desafío saber cuánto, si es que hay alguno, los jurados están familiarizados con ellas.
“Se ha convertido casi en un chiste universal que nadie quiere que lo asocien con Sean Combs”, dijo Honig, exfiscal federal y estatal. “Creo que eso preocupa a la defensa, pero siempre existe esta especie de fascinación por las celebridades, buenas o malas. Y hay personas cuyo juicio puede verse un poco nublado en ambos casos”.
Por ejemplo, dijo, la fiscalía podría intentar eliminar de la lista a cualquier posible jurado que parezca idolatrar a Combs o que “le haya sido fiel como fan”. Alternativamente, también podrían intentar eliminar a un posible jurado que “muestre cierta negatividad hacia las presuntas víctimas y sus motivos”.
Tanto los fiscales como la defensa intentarán llenar el jurado con individuos que creen que están inclinados a ver el caso a su favor.
El proceso de voir dire implica dos tipos de desestimaciones: las llamadas desestimaciones justificadas y las desestimaciones perentorias. El juez determina a los exonerados justificadamente, mientras que a los abogados de ambas partes se les permite cierto número de desestimaciones perentorias, que se utilizan estratégicamente.
“Esto es parte del juego estratégico que veremos desarrollarse”, dijo Honig.
Se espera que el juicio de Combs dure varias semanas.
Una vez que el jurado esté sentado, el juez les ordenará evitar la cobertura mediática del caso durante la duración del juicio para ayudar a garantizar que el veredicto del jurado se base estrictamente en el testimonio y las pruebas recibidas como prueba en el juicio.
Esta es una instrucción que se ha vuelto más difícil, si no imposible, en la era de TikTok y las redes sociales, dijo Honig, y es “especialmente un desafío para la defensa porque la cobertura del caso ha sido abrumadoramente, no digo indebidamente, pero abrumadoramente negativa hacia Sean Combs”.
Dicho esto, “nuestros tribunales están equipados para ello”, enfatizó.
“No hay nada que los tribunales no hayan abordado antes, pero es un desafío”.
Megan Thomas, Elizabeth Wagmeister, Kara Scannell y Lauren del Valle de CNN contribuyeron a este informe.
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