(CNN Radio Argentina) – Marcelo Larraquy, historiador y periodista, dialogó este viernes con Regreso CNN junto a Mariana Arias y Pepe Gil Vidal sobre la figura del Papa Francisco, su despedida y los desafíos que enfrenta el Vaticano de cara al futuro, en un contexto global atravesado por conflictos como la guerra entre Ucrania y Rusia y disputas internacionales por aranceles.
“Va en consonancia con el pontificado de Bergoglio que puso en primer plano la diplomacia internacional. Desde el primer momento, cuando comenzó como papa, hizo su rezo por la paz”, señaló Larraquy, y agregó que “Francisco fue una voz política de primer plano y los líderes políticos mundiales, aun cuando no piensen como él, van a despedirlo”.
Para el historiador, uno de los ejes fundamentales del pontificado de Jorge Bergoglio fue su apertura hacia el mundo: “El pontificado de Francisco fue puertas abiertas y esta fue la novedad pastoral más importante. La Iglesia es parte del mundo político, y en la última reunión que el papa tuvo con el vicepresidente de Estados Unidos le habló de los migrantes. Son gestos que nadie había hecho desde el pontificado”.
Larraquy subrayó que “la voz de Francisco fue una voz necesaria que perdurará en el tiempo” y destacó la coherencia de su mensaje: “Francisco fue consecuente con su programa”.
En relación con el futuro del Vaticano, el periodista remarcó el desafío que representa la elección de un nuevo pontífice: “La Iglesia tiene que elegir un perfil, y acá hay un problema: Francisco dejó una huella muy alta en los fieles y en aquellos creyentes y no creyentes. Atravesó todos los credos y también la conciencia de los agnósticos y los ateos, además de los católicos”.
Sobre la orientación que podría tomar la Iglesia tras su partida, planteó el interrogante: “¿Quiere el colegio cardenalicio una Iglesia más cerrada, más católica, pura y dura, más de doctrina, más de liturgia? ¿O una Iglesia que se sienta atravesada por las fuerzas del propio pueblo de Dios que está en el evangelio?”.
En ese sentido, señaló que se deberá definir “qué tipo de Iglesia quiere el colegio de cardenales: si una más abierta, que se acerque a nuevos fieles en Asia, en China, o si atiende un poco más las posiciones conservadoras”.
Larraquy también repasó el contexto en el que Bergoglio fue elegido Papa: “Lo habían elegido como un moderado. La Iglesia estaba en emergencia, estaba en crisis, vaciada de palabra, no participaba en la geopolítica del mundo, y estaba desacreditada por los escándalos de pedofilia. El Papa fue elegido para salvar esta Iglesia y la puso en un punto muy alto en el mundo”.
“El nuevo Papa va a querer tener su propio gobierno y su propia impronta, pero evidentemente el legado de Francisco va a estar de manera latente en cada uno de sus días”, concluyó.
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