Las autoridades rusas detuvieron a un hombre descrito como un “agente de los servicios especiales ucranianos” en relación con la explosión de un coche en la que murió el general ruso Yaroslav Moskalik el viernes, según la agencia de noticias estatal rusa TASS.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) publicó un video de la detención del hombre, y alegó que compró el vehículo que explotó en Balashikha, a menos de 30 kilómetros al este de Moscú, informó TASS.
El FSB le acusó de colocar el artefacto explosivo, pero afirmó que fue detonado desde Ucrania, según TASS. Un video publicado por TASS el sábado parecía mostrar componentes electrónicos carbonizados y partes del coche. El Comité de Investigación de Rusia afirmó anteriormente que la explosión fue causada por un artefacto explosivo improvisado cargado de metralla.
El general ruso Moskalik era jefe adjunto de la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas. Según el influyente blog militar ruso Rybar, Moskalik no se encontraba en el coche Volkswagen cuando explotó, sino cerca de él tras salir de un edificio cercano. CNN no puede verificar de forma independiente esta información.
Fotos publicadas por las autoridades rusas parecen mostrar al sospechoso conduciendo un Volkswagen verde oscuro con matrículas que coinciden con las supuestamente encontradas en el lugar de la explosión.
El video de TASS también muestra al hombre siendo introducido en una furgoneta, e incluye imágenes de él aparentemente bajo custodia y describiendo su presunto reclutamiento por parte de los servicios especiales de Ucrania. No está claro si estaba bajo coacción durante la confesión.
Nadie ha reivindicado la explosión. CNN se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano para obtener información sobre los presuntos vínculos del sospechoso con Ucrania.
Moskalik murió el mismo día en que el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin para tratar el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Tras la reunión, que duró tres horas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó inicialmente su optimismo de que ambas partes estaban “muy cerca de un acuerdo”.
Pero al día siguiente, Trump puso en duda que Putin quiera un acuerdo de paz, poco después de reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en el Vaticano, donde estaban para el funeral del papa Francisco.
En una publicación en Truth Social enviada a su regreso de Roma tras la reunión, Trump planteó la posibilidad de aplicar nuevas sanciones a Rusia tras su ataque a Kyiv la semana pasada.
“No había ninguna razón para que Putin disparara misiles contra zonas civiles, ciudades y pueblos, en los últimos días”, escribió Trump. “Me hace pensar que quizás no quiera detener la guerra, sólo dándome señales, y tiene que ser tratado de manera diferente, a través de Sanciones a la “Banca” o “Secundarias”? ¡¡¡Demasiada gente está muriendo!!!”
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