Un hombre en el oeste de Connecticut prendió fuego intencionalmente a su casa para escapar después de haber estado presuntamente cautivo en manos de su madrastra durante más de 20 años con poca comida y sin atención médica, dijeron las autoridades el miércoles.
La Policía, los Bomberos y el personal de emergencia respondieron a los informes de una casa en llamas en Waterbury el 17 de febrero y encontraron a una mujer y a su hijastro, de 32 años, en la residencia, dijo el Departamento de Policía de Waterbury, en un comunicado.
La mujer, identificada por la Policía como Kimberly Sullivan, pudo evacuar de manera segura, mientras que su hijastro, afectado por la inhalación de humo y la exposición al incendio, necesitó ayuda para salir de la casa, según el comunicado.
El hombre, identificado por las autoridades como “Víctima Masculina 1”, declaró que estuvo encerrado en una habitación de 2,4 x 2,7 metros y que le dieron dos sándwiches al día con dos vasos de agua durante años. Inició el incendio con desinfectante de manos, papel de impresora y un encendedor, según una declaración jurada policial y una orden de arresto presentadas ante el Tribunal Superior estatal y obtenidas por WFSB, afiliada de CNN.
“Quería mi libertad”, dijo a los socorristas, según la declaración.
Una investigación posterior realizada por las autoridades alega que el hombre había estado cautivo durante más de dos décadas, con oportunidades extremadamente limitadas de salir de la habitación y sin atención médica ni dental durante ese tiempo.
Los registros médicos mencionados en la declaración jurada indicaban que el hombre pesaba alrededor de 32 kilos y medía 1,75 metros. Un agente describió su aspecto como “extremadamente demacrado” y que todos sus dientes parecían estar podridos.
Sullivan fue arrestada y compareció ante el tribunal el miércoles para su lectura de cargos. Enfrenta múltiples cargos, incluyendo agresión, secuestro y crueldad, según informó la Policía.
El miércoles, el abogado de Sullivan, Ioannis Kaloidis, dijo a los periodistas afuera del tribunal que lo que se ha alegado es “absolutamente falso”.
No lo encerraron en una habitación, ella no lo sujetó de ninguna manera. Le dio comida y le dio refugio. Está impactada por estas acusaciones, dijo.
En una declaración a CNN, Kaloidis declaró: “La Sra. Sullivan se presume inocente. La orden de arresto detalla las acusaciones que deben probarse en el juicio. Mi cliente mantiene su inocencia y espera limpiar su nombre”.
El hombre estuvo recibiendo atención médica desde su descubrimiento, dijo la Policía.
Afirmó que Sullivan lo había mantenido cautivo desde que tenía alrededor de 11 años, según la declaración jurada.
“El sufrimiento que esta víctima soportó durante más de 20 años es desgarrador e inimaginable”, declaró el jefe de la Policía de Waterbury, Fernando Spagnolo. “Este caso requirió un esfuerzo investigativo incansable, y elogio la dedicación de nuestros oficiales y de la Fiscalía Estatal de Waterbury”.
En entrevistas con las autoridades, el hombre recordó que en sus primeros años se escabullía de su habitación por la noche para buscar comida y bebida debido al hambre, según la declaración jurada.
Dijo que empezó a estar encerrado en su habitación cuando se descubrieron los envoltorios de comida que había comido, según la declaración jurada. Para cuarto grado, pedía comida a otras personas, la robaba y la sacaba de la basura.
Trabajadores sociales estatales le realizaron dos controles de bienestar mientras cursaba cuarto grado, después de que la escuela notificara a las autoridades en repetidas ocasiones, según la declaración jurada. Afirmó que Sullivan le indicó que dijera que estaba bien.
Finalmente, dice que su madrastra lo sacó permanentemente de la escuela y solo le permitieron salir de su habitación para hacer las tareas del hogar, según entrevistas con la Policía.
“Cuando se le preguntó con qué frecuencia se realizaba esta rutina, respondió ‘casi todos los días’”, dice la declaración jurada.
Cuando tenía unos 14 o 15 años, dijo que fue con su padre a deshacerse de los desechos del jardín. Esa fue la última vez que salió de la propiedad, según la declaración jurada. Cuando su padre falleció, su supuesto cautiverio se volvió aún más restrictivo.
El hombre declaró que, tras la muerte de su padre, llegó a un punto en que solo salía de casa para dejar salir al perro de la familia, que estaba en la parte trasera de la propiedad. Afirmó que solo pasaba un minuto al día. En esencia, permanecía encerrado en su habitación entre 22 y 24 horas al día, según la declaración jurada.
El hombre afirmó que la puerta estaba asegurada con madera contrachapada a ambos lados para impedirle salir de la habitación. La Policía descubrió madera contrachapada en la puerta durante registros posteriores, según la declaración jurada.
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