El presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky explotó dentro de lo que él llama el “espacio de desinformación” que Rusia ha creado alrededor del presidente de EE.UU. Donald Trump, pero puede haber puesto en peligro un mayor apoyo estadounidense a su país.
No dispuesto a quedarse de brazos cruzados mientras Trump y el vicepresidente J. D.
Vance proyectaban una ambivalencia al estilo suizo sobre la invasión rusa de Ucrania, Zelensky arrojó el manual de estrategia reconocido por los líderes mundiales para lidiar con Trump (adulación y deferencia) y respondió.
La escena contrastó de manera contundente con las audiencias que Trump sostuvo con otros dos líderes mundiales esta semana.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, querían persuadir a Trump para que negociara con Zelensky. Ambos desplegaron halagos: Macron recordó la visita de Trump a Notre Dame y Starmer entregó personalmente una carta del rey Carlos.
Zelensky estaba en la Casa Blanca para firmar un acuerdo con EE.UU. sobre minerales de tierras raras a los que Trump quiere tener acceso a cambio de un apoyo militar continuo. Pero Zelensky aparentemente no pudo soportar una historia revisionista en la que Putin no es visto como un villano.
Trump, por su parte, acusó a Zelensky de “jugar con la Tercera Guerra Mundial”.
La disputa acalorada en la Oficina Oval, llevada a cabo frente a los periodistas, fue un espectáculo sin precedentes frente a las cámaras de televisión en la Casa Blanca.
Trump luego expulsó a Zelensky de la Casa Blanca y emitió un comunicado en las redes sociales.
“El presidente Zelensky no está listo para la paz si Estados Unidos está involucrado, porque siente que nuestra participación le da una gran ventaja en las negociaciones”, escribió Trump en las redes sociales. “No quiero ventajas, quiero PAZ. Él faltó el respeto a Estados Unidos en su preciada Oficina Oval.
Puede regresar cuando esté listo para la paz”.
Los estadounidenses no están acostumbrados a ver videos de Trump visiblemente molesto, y ciertamente no con el líder de una democracia a la que Estados Unidos apoya con asistencia militar.
Vance también habló e instigó la discusión cuando dijo que la condena de Estados Unidos a Putin durante el Gobierno de Joe Biden solo había traído años de guerra.
“El camino hacia la paz y el camino hacia la prosperidad es tal vez la diplomacia”, dijo Vance, defendiendo la aparente confianza de Trump en Putin. “Probamos el camino de Joe Biden, de darnos golpes en el pecho”, afirmó Vance.
Zelensky respondió que Putin ha roto acuerdos antes, como el alcanzado en 2019, cuando Trump estaba en el cargo. Zelensky no lo mencionó, pero ese acuerdo se alcanzó en un momento en que Trump se preparaba para enfrentar su primer juicio político por retener la ayuda a Ucrania y presionar a los ucranianos para que se iniciara una investigación sobre Biden.
Tanto Vance como Trump acusaron a Zelensky de no estar lo suficientemente agradecido por la ayuda que Zelensky y Ucrania han recibido de Estados Unidos, y ambos también criticaron a Biden. Zelensky dijo que trabajó con Biden porque era a quien los votantes habían elegido presidente de Estados Unidos en ese momento.
Si bien Zelensky intentó intervenir con más agradecimientos durante la aparición en la Oficina Oval, Trump lo reprendió y dijo que la guerra habría terminado en “dos semanas” sin la ayuda militar estadounidense. Trump también infló la cantidad de asistencia estadounidense a Ucrania, que es menos de US$ 200.000 millones, al decir que era de US$ 350.000 millones.
Fue entonces cuando Zelensky interrumpió a Trump, prácticamente acusándolo de usar el argumento de Putin de que la guerra habría terminado en tres días sin el apoyo de Estados Unidos a Ucrania.
Trump claramente tiene animadversión hacia Zelensky y siente afinidad con Putin.
“Putin pasó por un infierno conmigo”, dijo Trump. “Pasó por una falsa cacería de brujas en la que lo utilizaron a él y a Rusia. Rusia, Rusia, Rusia”.
Esa es una referencia a la evaluación de la comunidad de inteligencia estadounidense de que Rusia se entrometió en las elecciones de 2016 en un intento por ayudar a la campaña de Trump. Una investigación del fiscal especial que resultó de ello encontró múltiples contactos entre la campaña de Trump y los rusos, pero no halló pruebas suficientes para alegar colusión. La investigación eclipsó gran parte del primer mandato de Trump.
Ahora, de vuelta en el cargo, Trump no ve a Putin como un enemigo.
“Donald Trump ha cambiado de bando en la guerra, y creo que ese es el contexto de la confrontación que acabamos de ver”, dijo Susan Glasser, periodista que escribió un libro sobre el ascenso de Putin en Rusia.
En Rusia, los funcionarios tomaron prestados los argumentos de Trump para elogiar al presidente estadounidense por sermonear a Zelensky.
“El cerdo insolente finalmente recibió una buena bofetada en la Oficina Oval y @realDonaldTrump tiene razón: el régimen de Kyiv está ‘jugando con la Tercera Guerra Mundial’”, dijo Dmitry Medvedev, un alto funcionario del Gobierno de Putin, en una publicación en X.
Zelensky, por otro lado, recurrió a X para agradecer nuevamente a Estados Unidos y a Trump por su apoyo, como si el incidente no hubiera ocurrido.
“Gracias Estados Unidos, gracias por su apoyo, gracias por esta visita. Gracias @POTUS, el Congreso y el pueblo estadounidense. Ucrania necesita una paz justa y duradera, y estamos trabajando exactamente para eso”.
Sin embargo, el daño puede ser irreparable. Incluso los partidarios de Ucrania en el Partido Republicano, como el senador Lindsay Graham de Carolina del Sur, se preguntaban si Zelensky puede ser un aliado.
“No sé si alguna vez podremos volver a hacer negocios con Zelensky”, dijo Graham afuera de la Casa Blanca el viernes.
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