¿Quién es Friedrich Merz, rival de Merkel y favorito en las elecciones alemanas?

Friedrich Merz, veterano político alemán de 69 años con una postura de línea dura sobre la migración y amante de la aviación, es el favorito para convertirse en el próximo canciller del país en las elecciones federales del 23 de febrero.

Pero, ¿quién es el conservador de la vieja escuela que quiere librar a su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), del legado centrista de la exlíder Angela Merkel?

La decisión de su rival de larga data de dejar el puesto principal en 2021 impulsó a Merz a salir de la hibernación política y postularse para el liderazgo del partido. Después de dos intentos fallidos, finalmente fue seleccionado para liderar la CDU en 2022.

Ahora parece tener la cancillería a su alcance después del colapso en noviembre de la coalición gobernante de Alemania, compuesta por los socialdemócratas (SPD), el Partido Democrático Libre (FDP) y los Verdes, que allanó el camino para las elecciones anticipadas.

Si su partido sale vencedor, Merz podría tomar el timón de un país sumido en una crisis, aunque puede que se necesiten semanas para formar una coalición de gobierno. Ha prometido reactivar la gran economía alemana después de años de estancamiento inusual, tomar medidas fuertes contra la inmigración y reducir los impuestos, todo ello mientras intenta recuperar votos de la extrema derecha.

A pesar de que su partido lidera cómodamente las encuestas, su campaña no ha sido del todo tranquila. Un coqueteo con el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) tres semanas antes de las elecciones le generó críticas y acusaciones de que había violado el “cortafuegos” de los partidos tradicionales contra la AfD.

Merz nació en 1955 en una familia católica conservadora en la ciudad de Brilon, en Renania del Norte-Westfalia, en el centro de Alemania, y se unió al ala juvenil de la CDU mientras aún estaba en la escuela. Entró en política a tiempo completo en 1989, cuando fue elegido para el Parlamento Europeo a la edad de 33 años.

Después de cumplir un mandato como eurodiputado, Merz, casado y padre de tres hijos, fue elegido para el Bundestag (el parlamento alemán) y se estableció como un líder en política financiera. En 2003, argumentó famosamente que las normas fiscales alemanas deberían ser lo suficientemente simples como para calcularlas en el reverso de un posavasos.

Sin embargo, una creciente disputa con Merkel finalmente lo empujó a abandonar la política.

Merz, que apeló a la facción más tradicionalista y derechista de la CDU, perdió ante Merkel en una elección por el liderazgo del partido en 2000.

El liderazgo de Merkel marcó una ruptura con la norma de la CDU: fue la primera mujer que encabezaba el grupo, con antecedentes protestantes (en lugar de católicos) y tendencias centristas.

La rivalidad entre ambos se hizo más evidente en 2002, cuando Merz fue desplazado como líder de la oposición en el Bundestag en favor de Merkel.

A fines de 2009, Merz se había incorporado plenamente al sector privado.

Trabajó como abogado y asesor principal en el bufete internacional Mayer Brown, entre otros puestos. Estas empresas lo convirtieron en multimillonario, según el periódico económico alemán Handelsblatt.

Es posible que estos antecedentes hayan convencido a los votantes de que Merz es un hombre que sabe hacer negocios, una habilidad deseable para cualquiera que desee arreglar la mayor economía de Europa, que se contrajo por segundo año consecutivo en 2024.

Nueve años después de que dejara la política, el anuncio de la renuncia de Merkel al máximo cargo de Alemania allanó el camino para que Merz volviera. Después de dos intentos fallidos de conseguir el liderazgo del partido CDU, en 2018 y 2021, fue elegido para dirigirlo en 2022, consolidando su regreso político.

El deseo de Merz de distanciarse del legado de Merkel es claro. Ha tratado de llevar a la CDU más a la derecha de lo que estaba bajo el gobierno de Merkel, en parte para tratar de evitar que los votantes se vuelquen a la extrema derecha, al tiempo que aboga por una economía más promercado.

En una entrevista con la cadena alemana ZDF en 2019, describió el liderazgo “inactivo” de su predecesora como una “alfombra de niebla” sobre el país, y ha dicho que ve su política de “puertas abiertas” en materia de refugiados durante la crisis migratoria de 2015 como un grave error.

Merkel, por su parte, criticó a Merz en una rara intervención política en enero, después de que impulsara un proyecto de ley de inmigración con la ayuda de la AfD, ahora el principal rival de la CDU. El proyecto de ley finalmente fue derrotado por el parlamento alemán.

Sin embargo, en una entrevista en el congreso de su partido a principios de febrero, Merz reiteró a CNN que trabajar con la AfD no era una opción. “Están en contra de… todo lo que somos, lo que construimos en la República Federal de Alemania. No hay cooperación con este partido”, dijo.

Su campaña para la cancillería se ha centrado en gran medida en cuestiones básicas como los recortes de impuestos, la desregulación y los incentivos para trabajar.

Merz mantiene una línea dura en materia de inmigración y considera que frenar la migración irregular a Alemania es la tarea más urgente si es elegido, según la revista de noticias alemana Der Spiegel. Ha pedido que los solicitantes de asilo que llegan de otros estados miembros de la Unión Europea sean rechazados en las fronteras terrestres de Alemania.

Merz ha criticado los beneficios sociales liberales y ha acusado a los refugiados ucranianos de “turismo social”, una frase por la que luego se disculpó. En general, promete recortar el gasto social, y en una rara entrevista concedida a The Economist en vísperas de las elecciones dijo que quiere evitar “pagar a gente que no está dispuesta a trabajar”.

Merz y la CDU apoyan la continua ayuda militar de Alemania a Israel en medio de su guerra en Gaza, al tiempo que abogan por una solución de dos Estados como objetivo a largo plazo. En un debate televisado con el canciller Olaf Scholz a principios de este mes, Merz expresó su inquietud por la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “tomar el control” de Gaza, al tiempo que sugirió que aún queda por ver “qué significa realmente en serio”.

Sobre el tema del envío de ayuda a Ucrania, Merz ha abogado por un enfoque más práctico que la coalición liderada por el SPD saliente. Apoya la entrega de misiles de crucero Taurus de largo alcance a Kyiv, algo que el gobierno de Scholz ha rechazado por temor a arrastrar a Alemania al conflicto.

“Estamos del lado ucraniano porque el ataque es contra todos nosotros”, dijo a CNN.
Merz fue vago cuando The Economist le preguntó sobre el tema del gasto de defensa de Alemania, aunque reconoció que tendría que aumentar en el largo plazo. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, reiteró esta semana la demanda de su administración de que los miembros de la OTAN gasten el 5% del PIB en defensa en una reunión con aliados estadounidenses en Bruselas.

El gobierno de Alemania dijo el mes pasado que había cumplido con el objetivo de la OTAN de gastar el 2% de su PIB en defensa después de establecer un fondo especial a raíz de la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, pero esto está significativamente por debajo de la demanda de la administración Trump.

En su tiempo libre, Merz es un piloto aficionado, a veces vuela su propio avión privado, un pasatiempo caro para un hombre que una vez se describió a sí mismo al tabloide alemán Bild como “de clase media alta”.

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