Marcha masiva en Argentina en repudio a las declaraciones de Milei contra la comunidad LGBTQ

Los arcoíris se repiten en banderas, camisetas, pintadas y abanicos. La diversidad que inunda las calles de Buenos Aires es tan distinta a otras veces. Esta vez se ven parejas del mismo sexo, familias con abuelos y niños, jóvenes trans que se abrazan para una foto, trabajadores agrupados en centrales obreras, jubilados.

Todos los años en Argentina se organiza la Marcha del Orgullo de la comunidad LGBTQ que tiene su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires. Suele ser los primeros días de noviembre y parte desde Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, hasta el Congreso.

Históricamente se hace ese recorrido de manera simbólica, como una forma de gritarle a los legisladores de la nación “marchamos para conseguir nuestros derechos”, como se lee en las pancartas.

Hoy, en pleno verano porteño, la comunidad LGBTQ hace el recorrido inverso: empieza en el Congreso y marcha hacia Casa Rosada. Hoy el mensaje es otro: “vamos a llevarle al ejecutivo nacional las leyes que el congreso ya aprobó para decirle que son nuestras, que tiene que respetarlas”. Así lo repiten una y otra vez los manifestantes.

Este sábado miles de personas se congregan en distintas ciudades del país en una marcha “antifascista y antirracista” -como la bautizaron- que suma adhesiones de los sectores más diversos para repudiar las expresiones del mandatario Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos.

El presidente de Argentina dijo el pasado 23 de enero, entre muchas otras cosas, que “versiones más extremas de la ideología de género constituyen lisa y llanamente abuso infantil” y que la agenda LGBTQ busca imponer que “las mujeres son hombres y los hombres son mujeres, solo si así se autoperciben”.

Expresiones que fueron calificadas de graves por los manifestantes consultados tras el repudio a estos dichos en muchos sectores de la sociedad. Pero fue el colectivo LGBTQ y las agrupaciones trans quienes se pusieron al hombro la convocatoria que terminó en una marcha multitudinaria y plural. Tras el llamado inicial, distintos sectores como las centrales de trabajadores, las abuelas de plaza de mayo y artistas, se sumaron al repudio.

En la Ciudad de Buenos Aires fueron más de diez cuadras en las que caminar se hacía difícil, y donde se podía ver una imagen similar a la de las históricas concentraciones por la ley del aborto, o por la defensa de la educación pública durante el inicio de gestión de Milei.

“Hoy marchamos para decir basta, para decir que hasta acá llegamos, porque no se puede decir cualquier cosa y porque los discursos de odio tienen efectos. A los armarios no volvemos más. No queremos que se vuelvan a patologizar la identidad de género, las orientaciones sexuales”, explica Andy Panziera, psicóloga del equipo de la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe, y activista trans.

“Lo que expresó Milei fue en realidad su plan de gobierno. El plan de gobierno que tiene el presidente Milei con la libertad avanza es el de destruir todas las políticas públicas que tengan que ver con los derechos de las mujeres, las diversidades, el cuidado del ambiente y los derechos civiles en general. La marcha es una respuesta a eso, a esas expresiones y una defensa de esos valores que hemos construido como sociedad”, sumó la dirigente social del colectivo LGBTQ, María Rachid.

Por su parte, Martín Nevado, dirigente del Frente Orgullo y lucha y referente del colectivo LGBTQ, enfatiza que “lo que ha dicho el presidente es gravísimo. Señalando a toda una comunidad y eso resulta inadmisible en palabras de un presidente de la Nación. La marcha es la expresión de la mayoría de la sociedad argentina que respeta la igualdad y la diversidad para decir que queremos vivir en paz, con respeto, sin discurso de odio”.

Panziera agrega: “Notamos que estos discursos se transforman en violencia en la vía pública, vemos como estos discursos también se alimentan en las escuelas, que tampoco están dando educación sexual integral. Estos discursos alimentan a los bravucones y los niños, las niñas que tanto este gobierno dice defender sufren más bullying porque se los patologiza. Hay bronca y enojo, pero también hay esperanza por el apoyo y la solidaridad que hemos recibido en las organizaciones LGBTIQ+, de las de todas las centrales sindicales, las centrales estudiantiles, las organizaciones de derechos humanos, la inmensa mayoría de los partidos políticos. Así que consideramos que se expresa el apoyo mayoritario de la sociedad argentina al respeto a las leyes de igualdad y al respeto a la diversidad”.

Durante la tarde, el presidente Javier Milei retuiteó mensajes de distintos referentes de su espacio en los que desmerecían la manifestación y señalaban a dirigentes políticos opositores como las caras visibles de la marcha, restándole importancia a la convocatoria.

“La marcha a veces es una fiesta y a veces es como acá, parándonos de mano, defendiendo la democracia en cada rincón de la calle, en cada plaza del país. Estamos marchando para defender una democracia en la cual no hay personas de segunda, una democracia en las cuales todos tenemos que estar adentro, y una democracia que defienda los derechos conquistados y que defienda el espacio común”, finalizó Canevaro.

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