El economista Jorge Ingaramo afirmó que “entramos en una etapa de fuerte inestabilidad”

Jorge Ingaramo, economista, analizó la situación económica y la estrategia cambiaria del gobierno nacional de Argentina.

En CNN Primera Mañana, afirmó que hay “una política cambiaria de control del tipo de cambio para usarlo como ancla antiinflacionaria, lo cual implica la devaluación del peso del 1% mensual, 13% anual, versus la reevaluación. Por otra parte, el peso por la suba de la tasa de interés, 29% anual. O sea, 13 contra 29 te da un 16 punto de diferencia. O sea, vamos completamente a contramano de lo que va ocurriendo en los países de menor desarrollo. O sea, estamos tratando de fortalecer el peso igual que Trump. El problema es que la Argentina no es Estados Unidos”.

Destacó que está “el acuerdo con el Fondo Monetario sin cerrar, tenemos una política cambiaria bastante peligrosa y todavía tenemos que hacer el tramo final de la batalla para llegar a una inflación comparable con la de los países vecinos. Y estamos todavía en la mitad del camino. No me parece que estemos en una posición de fuerza como para jugar fuerte en este sentido. Estados Unidos está en una posición de fuerza mejor, el presidente nuevo tiene un fuerte poder, ha sido electo por abrumadoras cifras y por consiguiente tiene el poder de ir a todo trapo con su política, Nosotros no, nosotros estamos en una situación donde si bien tenemos gemelos comercial y fiscal, no tenemos una política que nos permita estar en los mercados de capitales o como es el caso de Estados Unidos que domina ampliamente el mercado de capitales con su moneda del dólar. Y porque el propósito del gobierno es, a partir de febrero, 29% de tasa anual y 13% de devaluación anual, de hecho te conduce a un atraso cambiario inevitable”.

El economista aseguró que “eso es difícil de sostener en un país que no está en el mercado de capitales y que tiene que depender básicamente de las exportaciones sojeras y del complejo sojero. Y justamente el complejo sojero, en este contexto internacional, al igual que cualquiera de las commodities, al igual que cualquiera de las monedas, al igual que cualquiera de las acciones de empresas que subieron mucho el año pasado, van a estar sometidas a una extrema volatilidad. Ya lo vimos que los primeros anuncios de Trump fueron modificados a los 20 días. Quiere decir que vamos a vivir en medio de una gran volatilidad donde no sabemos dónde vamos a estar parados. Y en medio de un proceso electoral”.

En este sentido, remarcó que “la idea hubiera sido que el gobierno nacional hubiera flotado el tipo de cambio, después de haber sido exitoso en el blanqueo, como emitió los famosos BOPREAL para pagar las importaciones, hubieran emitido un bono similar para pagar las remesas de capitales, para volver al mercado de capitales, y no tener que sufrir el estrés de un pequeño salto de devaluatorio.
No me extrañaría que tenga que sufrir el estrés de un pequeño salto de devaluatorio, porque la economía mundial se ha puesto extremadamente volátil y hay que ver si los mercados nos compran lo que nosotros le vendemos y al precio que nos conviene”.

Jorge Ingaramo afirmó que “entramos en una etapa de fuerte inestabilidad y en un momento en que nos proponemos fortalecer nuestra moneda sin tener las condiciones del mercado de capitales y de Riesgo País lo suficiente como para poder fortalecerla en serio. Las podemos fortalecer pero artificialmente y correr un riesgo de que nos salga mal”.

Consultado sobre la importancia de sostener el superávit fiscal, aseguró que “es condición absolutamente necesaria, pero en serio, no lo digo por usar un término matemático, es una condición absolutamente necesaria, pero no es suficiente. Insisto, hay riesgos que pueden provenir de coletazos de políticas de países, por ejemplo, China o Estados Unidos, con los cuales tenemos comercios impresionantes, o el mismo Brasil, que todavía no ha sido tocado directamente por Trump, pero puede llegar a ser afectado directo o indirectamente, ya que Brasil y Argentina son fuertes competidores agropecuarios con Estados Unidos en materia de comercio exterior”.

El analista consideró que “la política de Trump de o me compras o venís y te instalás en mi casa, esa es una política evidentemente de pocos amigos. Por supuesto, nosotros somos amigos, por ahora Trump no nos hizo nada, pero lo que pasa es que los coletazos directos e indirectos de la economía inestable, si no te agarra con el recurso de acudir a los mercados mundiales de capitales, te agarra con el paso cambiado”.

Jorge Ingaramo profundizó que “el año pasado, todo el crecimiento que hubo en los valores de los activos argentinos, acciones, bonos, etc., se hizo con ahorro de los argentinos, ahorro local y ahorro en el exterior. Pero este año es muy difícil que atraigamos ahorro, porque va a ser muy difícil competir con semejante movimiento internacional que se va a producir en los flujos comerciales y de producción, porque el arancel tiene múltiples efectos. El arancel te localiza y te encarece los precios en el país que lo pone, pero te quita competitividad y te saca trabajo en el país que lo sufre. Y esa negociación es una negociación que tiene siempre un coronato de guerra cambiaria. Como lo vimos en los cuatro años de trabajo con China, cuatro años de guerra cambiaria”.

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