En CNN Primera Mañana, afirmó que “durante el primer año se han hecho avances muy impresionantes en ajuste fiscal, el logro del superávit financiero casi en lo inmediato, lo que permitió un desplome de la inflación de manera muy contundente y, como consecuencia, también una recuperación del poder adquisitivo, de la producción y ya se empieza a observar también en el consumo”.
No obstante, marcó que lo que “más le cuesta al gobierno en materia de mejoras sustantivas es la acumulación de reservas y ese es el dato que más miran inversores del exterior, porque esa acumulación es lo que permite afrontar los vencimientos y los pagos tanto de intereses como deuda”.
Explicó que “en el mundo eso no suele ser un problema porque los países tienen acceso al mercado de crédito. Eso no pasa en la Argentina porque estamos con un riesgo país de 750 puntos. El gobierno espera poder llegar cerca de 400 o 300 para poder acceder al mercado, rolear la deuda y no necesitar acumular reservas”.
No obstante señalo que “hasta que no se firme el acuerdo con el FMI y se garantice ese roleo, la tensión en el mercado la vemos todos los días con los dólares financieros un poco tensos, con un Merval un poco inquieto y con los bonos en un estado de cierta indefinición”.
Consultado sobre la quejas del sector privado porque consideran que el tipo de cambio está atrasado y existe una alta presión impositiva, Antonio Aracre aseguró que “ahora está empezando a ser número finito porque entienden que esta situación de orden macroeconómico vino para quedarse y el tipo de cambio es lo que podrá variar pero no va a cambiar mucho”.
Remarcó que “las reformas estructurales en la cuestión impositiva y la baja van a llegar pero va a tomar su tiempo, con lo cual las empresas tienen que apuntar a un crecimiento en volumen que les permita licuar algunos costos y a una punta fina del lápiz que también requiere mucha observación hacia adentro de cuáles son los costos improductivos que deben dejarse de lado”.
Sobre el acuerdo con el Fondo Monetario, el economista aseguró que “la discusión principal radica en el monto de fondos frescos que necesita el gobierno y que está dispuesto a dar el FMI, y en qué forma, si va a ser todo junto, si va a ser en cuotas a medida que se vayan cumpliendo algunos hitos, y debe haber cierta tensión en la definición del esquema cambiario, de la política externa”.
En este sentido, aseguró que “el gobierno está dispuesto a salir del cepo, aunque sea parcialmente, resta saber si es una vez que se firme este acuerdo con el Fondo Monetario o después de las elecciones, y si lo va a hacer después del acto eleccionario, quizás el FMI no esté dispuesto a entregar tantos fondos frescos antes de esa situación, y es lo que genera esta tensión en la cotización de los bonos, y lo que impide que el riesgo país continúe esa recta descendente”.
Sobre el retraso en la llegada de inversiones, aseguró que “la salida del cepo es una vuelta a la normalidad, como funciona el sistema cambiario en cualquier país del mundo, donde el inversor no se tiene que preocupar si en algún momento quiere enviar dividendos o repatriar dividendos o repatriar alguna inversión de capital, y esa es una restricción que obviamente preocupa al que va a invertir en la Argentina”.
Antonio Aracre, economista, analizó la situación económica de Argentina y el avance del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
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