ANÁLISIS | Musk y Trump buscan actuar con rapidez y agitar el sistema del gobierno federal

Elon Musk y el presidente Donald Trump están aplicando al Gobierno estadounidense la filosofía de Silicon Valley de “moverse rápido y romper cosas”.

Los acontecimientos se suceden sin cesar mientras los dos hombres trabajan con rapidez para reimaginar elementos del gobierno federal, purgar a funcionarios que no les gustan o en los que no confían, abrir literalmente compuertas en California y ejercer un nuevo poder antes de que los controles y equilibrios constitucionales o la opinión pública les alcancen.

Musk, según se reveló este lunes, fue nombrado empleado especial del Gobierno que puede prestar servicio hasta 130 días en un periodo de 365 días.

No es ni un voluntario ni un empleado del Gobierno a tiempo completo, pero tiene una autorización de seguridad ultrasecreta –el nivel más alto de autorización de seguridad otorgado por el Gobierno–, según el informe de Kaitlan Collins y Tierney Sneed de CNN.

Musk también tiene acceso al sistema de pagos estrictamente vigilado que utiliza el gobierno de EE.UU. A Trump le preguntaron por qué era tan importante que Musk tuviera acceso a un poder tan sensible y la razón parece ser para despedir gente.

“Bueno, tiene acceso solo para despedir a la gente que él cree que no es buena. Si estamos de acuerdo con él. Y es solo si estamos de acuerdo con él”, dijo Trump, sugiriendo que hay cierta supervisión de las acciones de Musk, aunque no dio más detalles.

Los trabajadores federales siguen recibiendo correos electrónicos de una nueva dirección de correo electrónico de la oficina de gestión y presupuesto en los que se les anima a renunciar y cobrar un sueldo hasta septiembre sin tener que trabajar. Esta oferta no fue autorizada por el Congreso, los legisladores republicanos guardaron un notable silencio sobre si creen en ella, y los sindicatos están animando a unos dos millones de trabajadores federales a que se queden. Los trabajadores tienen hasta el 6 de febrero para aceptar el acuerdo, pero siguen surgiendo más condiciones.

CNN informó el fin de semana que, tras la colisión mortal entre un avión de American Airlines y un helicóptero del Ejército la semana pasada, se comunicó a los funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte que estaban a punto de jubilarse que no podían acogerse al acuerdo. De un informe de Pete Muntean de CNN:

El desastre, aparentemente, dejó a los altos mandos de la agencia luchando entre bastidores para encontrar una manera de eximir a los empleados de la oferta de la administración Trump. El viernes, el jefe de la NTSB envió un mensaje a cualquier empleado que estuviera de acuerdo con el mensaje inicial de la administración para “rescindir su carta de renuncia diferida inmediatamente” con la Oficina de Administración de Personal.

El Congreso creó USAID, la organización que dispensa ayuda exterior del Gobierno estadounidense a las naciones en desarrollo de todo el mundo, allá por 1961, pero Musk y Trump parecen estar a punto de intentar acabar con ella por completo apenas unas semanas después del segundo mandato de Trump.

Musk comparó la agencia con una manzana podrida, una “bola llena de gusanos”, durante una aparición en su plataforma de redes sociales. No hay nada que merezca la pena salvar, dijo.

Trump descalificó a los trabajadores de USAID como “lunáticos radicales de izquierda” durante una comparecencia en el Despacho Oval este lunes y dijo que, a pesar de la Constitución, no necesitaría que el Congreso deshiciera la agencia que crearon si “hubiera fraude”. No dio más detalles sobre la acusación de fraude, pero repitió una afirmación engañosa de que USAID pagó decenas de millones para que se entregaran preservativos a Hamas. No hay pruebas de tal transferencia de preservativos sobrevalorados.

Sin embargo, hay una sensación de miedo en la agencia, se ha cerrado la página web y el secretario de Estado, Marco Rubio, fue nombrado director en funciones.

Decenas de altos funcionarios fueron puestos en excedencia después de que Trump ordenara suspender la ayuda exterior, aunque se han hecho excepciones para un programa contra el sida en África, entre otras cosas.

Más de 10.000 funcionarios de la agencia recibieron este lunes la orden de no acudir a la sede de la agencia. Los funcionarios de seguridad fueron puestos en excedencia tras negarse a permitir el acceso a la sede a representantes del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk durante el fin de semana.

La ayuda exterior representa una pequeña fracción del gasto público estadounidense, pero el presidente John F. Kennedy argumentó ante el Congreso que merece la pena invertir en ella.

“La pobreza y el caos generalizados conducen al colapso de las estructuras políticas y sociales existentes, lo que inevitablemente invitaría al avance del totalitarismo en toda zona débil e inestable”, dijo Kennedy.

Este lunes, antiguos funcionarios se apresuraron a defender la ayuda exterior y la agencia.

“Se trata del hombre más rico del mundo decidiendo que el país más rico del mundo debe dejar de ayudar a la gente más pobre del mundo”, dijo Jeremy Konyndyk, que sirvió en la agencia durante las administraciones de Biden y Obama, en una presentación en CNN este lunes. “Esa es la historia aquí. El presidente no tiene autoridad para cerrar unilateralmente una agencia federal que fue establecida en los estatutos del Congreso”.

Fareed Zakaria, de CNN, señaló que el Congreso está, por ahora, simplemente permitiendo que estas cosas sucedan y aunque podría haber un debate legítimo sobre la financiación que USAID distribuye, puede haber otro objetivo en la forma en que esto se está haciendo.

“El caos parece una performance”, dijo Zakaria. “Es un deseo de adueñarse de los progresistas de un modo u otro”.

Se esperan disputas similares sobre el Departamento de Educación y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, otras agencias que Trump dijo que deberían eliminarse, pero que fueron creadas por el Congreso.

El Departamento de Justicia pidió a los agentes del FBI que rellenen un cuestionario explicando su trabajo en los casos relacionados con los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio. Podría ser un precursor de un despido masivo en la agencia, según un informe del equipo de justicia de CNN.

Pero se está animando a los agentes a quedarse y esperar a ser despedidos.

“No renuncies ni te ofrezcas a renunciar”, dijo la Asociación de Agentes del FBI a sus miembros en un correo electrónico obtenido por CNN. “Aunque nunca abogaríamos por el incumplimiento físico, tienes que tener claro que tu destitución no es voluntaria”.

Decenas de funcionarios que trabajaron en los casos del 6 de enero ya fueron despedidos en el Departamento de Justicia después de que el secretario de Justicia en funciones, James McHenry, les dijera que no se puede “confiar” en ellos para aplicar “fielmente” la agenda de Trump.

Los líderes del FBI recibieron instrucciones el viernes para proporcionar al Departamento de Justicia antes de este martes información sobre todos los empleados actuales y anteriores de la oficina que “en cualquier momento” trabajaron en las investigaciones del 6 de enero, informó previamente CNN.

Los altos mandos del FBI se preparan para la fecha límite de este martes, mientras se debaten entre entregar o no la información exigida por el Departamento de Justicia, según dijeron múltiples fuentes a CNN. A partir de este lunes, Driscoll y otros altos líderes del FBI no habían tomado una decisión sobre si cumplir con la orden, dijeron las fuentes.

Durante el fin de semana, Trump hizo un espectáculo de invocar el poder presidencial de una nueva manera, declarando una emergencia económica nacional y amenazando con aranceles sobre casi todos los bienes de México y Canadá se gravarían con un 25% (con una excepción para los productos energéticos canadienses, que se gravarían con un 10%).

También declaró que se impondría un arancel adicional del 10% a los productos procedentes de China.

La razón declarada de los nuevos aranceles era detener el flujo de inmigrantes y fentanilo hacia Estados Unidos, aunque relativamente poco fentanilo llega a Estados Unidos a través de Canadá.

La declaración asustó a los mercados mundiales y llevó a los legisladores republicanos a pedir excepciones para las industrias de sus estados.

Este lunes, sin embargo, Trump se retractó de la amenaza arancelaria para México y Canadá. La presidenta mexicana prometió enviar 10.000 soldados a la frontera de México con EE.UU., un gesto simbólico que permitirá un mes de negociación entre EE.UU. y México. Asimismo, tras una llamada telefónica por la tarde, los aranceles canadienses quedaron en pausa, según el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, después de que ambos países acordaran trabajar juntos en la vigilancia del flujo de fentanilo y Canadá destinará US$ 1.300 millones a reforzar su seguridad fronteriza.

El economista de la Universidad de Michigan Justin Wolfers dijo este lunes en CNN que los mercados ofrecían una buena guía para la reacción a los aranceles.

“Trump anuncia aranceles, los mercados caen. Trump retira los aranceles, los mercados suben”, dijo Wolfers. “Si esto es una forma de escribir un programa de televisión, es un guión bastante convincente y lo estoy observando muy de cerca. Pero si es una forma de gestionar la economía, no tiene ningún sentido”.

El exsecretario del Tesoro, Larry Summers, que es demócrata pero criticó abiertamente a la administración Biden por su política económica, dijo el domingo a Manu Raju, de CNN, que imponer aranceles no ayudará a nadie más que a los enemigos estadounidenses, ya que alineará a los aliados y advertirá a otros países de que no negocien con Trump. “En el patio de recreo o en las relaciones internacionales, la intimidación no es una estrategia perdurablemente ganadora”, dijo Summers. “Y eso es lo que es esto”.

Hay otras historias más locales pero no menos consecuentes a las que prestar atención. Trump presumió este lunes de su esfuerzo por liberar agua de las presas del Valle Central de California. Dijo que los californianos le agradecerán la medida, pero el titular de Político puede estar más cerca de la verdad: “Trump dice que abrió el agua de California. Funcionarios locales dicen que casi los inunda”. Cuenta la historia de unos funcionarios locales que convencieron a los responsables del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para que no abrieran las compuertas de dos presas de California a plena capacidad. Trump citó los recientes incendios de Los Ángeles como una de las razones para liberar el agua, pero no está claro que el agua llegue a Los Ángeles.

Trump describió cómo procedió para liberar el agua.

“Lo hicimos de una manera muy brusca y no me gustó hacerlo de una manera brusca”, dijo, riendo entre dientes.

Esta historia fue actualizada con detalles adicionales.

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