(CNN Español) — La situación interna del canal Gamavisión de Ecuador, que inició operaciones en el país en 1977 y que fue incautado durante el Gobierno de Rafael Correa en 2008, ha llegado a un momento “grave y dramático”, según sus trabajadores.
La falta de pago de los salarios de los empleados desde hace 19 meses, una deuda de la empresa de cinco años en las prestaciones a la Seguridad Social y el anuncio realizado el jueves de cierre y despidos han obligado a 60 trabajadores a iniciar una huelga dentro de las instalaciones del medio de comunicación en sus edificios de Quito y Guayaquil.
Los trabajadores se mantienen exponiendo carteles y lanzando consignas en las que piden que de forma urgente las autoridades atiendan sus demandas.
De acuerdo con su página oficial, Gamavisión pertenece a la Empresa Pública de Comunicación del Ecuador Comunica EP, una compañía estatal que controla el 95,5% de las acciones, mientras que el porcentaje restante pertenece a la denominada Sociedad Interventora Gamavisión C.A.
El canal fue incautado en 2008 durante la gestión del presidente Rafael Correa, en el marco de una serie de confiscaciones de bienes, propiedades y medios de comunicación controlados por grupos de banqueros que protagonizaron una quiebra financiera en el país en 1998.
Sin embargo, Gamavisión no percibe un presupuesto estatal porque se encuentra en proceso de liquidación y su estructura es considerada bajo un “manejo privado” que no ha logrado levantar sus finanzas. Los gobiernos de Lenín Moreno y Guillermo Lasso intentaron avanzar en el proceso de venta del canal pero sin éxito. Su operación financiera tampoco ha podido ser autosustentable en los últimos años.
“No hay ni para el papel higiénico”, dicen trabajadores
El camarógrafo Mauricio Herrera, quien trabaja en Gamavisión desde hace 21 años y es el representante del Comité de Trabajadores, dijo a CNN que la situación dentro del medio de comunicación y en los hogares de los empleados es muy compleja y precaria debido a los problemas financieros.
“Ni siquiera hay para el papel higiénico de los edificios. Los vehículos están botados deteriorándose porque no hay forma de realizar cambios de aceite ni neumáticos ni gasolina. Los equipos periodísticos estamos haciendo de forma telemática nuestro trabajo porque no tenemos forma de realizar en el campo nuestra actividad periodística”, precisó.
Herrera agregó que tomaron la decisión de empezar una huelga, dormir en el canal y permanecer en sus instalaciones reclamando el pago de sus salarios y valores pendientes luego de que la liquidadora del canal, Cristina Luna, anunció el cierre de operaciones y el despido de 60 trabajadores, una decisión que fue calificada como arbitraria por los afectados.
“No hubo autorización ni instrucción directa de los accionistas y la señora (Luna), de forma unilateral, tomó la decisión de anunciar esta resolución. Si no hacíamos la huelga ya no nos dejaban entrar al día siguiente al canal y nos quedábamos en la calle”, enfatizó Herrera.
CNN se comunicó con la liquidadora Cristina Luna, quien no respondió la llamada. También le envió un mensaje solicitando conocer la situación del medio de comunicación y de sus trabajadores y está a la espera de una respuesta.
La ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, respondió a CNN que este viernes habría una reunión con el fin de encontrar soluciones al problema.
CNN también está intentando obtener una respuesta por parte de la empresa estatal Comunica EP.
Programación se mantendrá al aire, pero huelga continuará
Los trabajadores aseguran que las operaciones al aire se mantienen en la televisora y que no existe una intención de suspender la programación.
“El canal sigue al aire, los noticieros continúan en las tres emisiones, sin descuidar nuestra medida. No vamos a parar y tampoco vamos a dejar que nos culpen de parar las actividades o de tomarnos el canal”, indicó Herrera.
CNN corroboró que la programación continúa con normalidad al aire, al igual que los noticieros emitidos este viernes.
Mauricio Herrera insistió en que la huelga continuará hasta que no exista una salida real y concreta a la crisis del canal.
“Nosotros no vamos a declinar hasta llegar a las últimas consecuencias, ahora estamos durmiendo aquí en el canal, no vamos a echar por la borda nuestras demandas”, dijo Herrera a CNN.
Otros trabajadores como Homero Basantes, Jorge Albán y Esther Morán esperan que el Gobierno finalmente logre zanjar estos problemas que arrastra el canal hace algunos años.
“Cada hora, cada minuto es una esperanza para nosotros de que el Gobierno se sensibilice con la gente de Gamavisión”, expresó Basantes.
Mientras que Morán indicó que los trabajadores se sienten maltratados: “Hemos puesto plata y persona no solo ahora sino siempre para trabajar, no es correcto como nos tratan, es humillarnos”.
Y Albán, desde el estudio en Quito, expresó: “Esta lucha es por justicia, por nuestros hijos, por nuestra familia. Estamos endeudados, estamos destruidos”.
Organizaciones locales de defensa de la libertad de expresión se mantienen vigilantes de la situación de los trabajadores de Gamavisión. La Unión Nacional de Periodistas del Ecuador se solidarizó con los huelguistas y exigió el viernes al Ministerio del Trabajo “un tratamiento estrictamente enmarcado en las leyes” y que todos los trabajadores de ese medio de comunicación reciban “sus justos beneficios económicos”, de acuerdo con un comunicado.
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