(CNN Español) — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rechazó los hechos de violencia que este miércoles se presentaron durante una manifestación en Bogotá encabezada por integrantes de la comunidad indígena Embera, que reclamaba por una reubicación, entre otras demandas.
El secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez, dijo que las protestas se desarrollaron en el centro de la capital colombiana cuando un grupo perteneciente a esa comunidad bloqueó la entrada a varios edificios.
Agregó que los enfrentamientos se iniciaron cuando las fuerzas de seguridad intervinieron. Y que dejaron al menos 11 policías, cinco civiles, siete funcionarios de la Alcaldía y uno de la Personería heridos.
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El funcionario añadió que dos presuntos responsables han sido detenidos, y que la Policía está avanzando en el arresto y judicialización de otros.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo que instruyó a cuerpos de seguridad para que se judicialice a los responsables de los hechos de violencia.
Explicó en su cuenta de Twitter que este grupo ha permanecido por dos años en la ciudad, en donde han sido “acogidos y atendidos”.
La directora de la Unidad de Víctimas del gobierno de Colombia, Patricia Tobón, dijo en un mensaje en Twitter que además varios miembros del pueblo Emberá resultaron heridos, aunque no detalló cuántos.
La funcionaria nacional lamentó los hechos. También afirmó que seguirán trabajando junto con el gobierno de la ciudad para atender el desplazamiento forzado del pueblo Emberá, producto del conflicto armado estructural.
Los manifestantes reclamaban que fueron reubicados a un albergue y que la alcaldía no habría cumplido con algunos acuerdos para su permanencia en la ciudad.
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