Telfs-Buchen, Austria (CNN) — El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo a los líderes del G7 durante una reunión virtual este lunes que quiere que la guerra en Ucrania termine a finales de 2022, según una fuente familiarizada con sus comentarios.
Zelensky transmitió el mensaje por video durante una sesión matinal en el castillo de Schloss Elmau, en los Alpes bávaros. Pidió un gran impulso para poner fin a la guerra antes de que llegue el invierno dentro de varios meses, dijo la fuente. El mensaje fue una señal tan clara como la que Zelensky ha dado sobre cómo ve la trayectoria de la guerra.
El presidente Joe Biden y otros líderes mundiales, reunidos en los Alpes bávaros, están reflexionando sobre la siguiente fase de la cruenta guerra entre Ucrania y Rusia. El conflicto ha sido el centro de la cumbre del Grupo de los 7 que se está celebrando en el interior de un centenario castillo de montaña en la región alemana de Baviera.
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Los líderes han decidido nuevas medidas para aislar la economía rusa, incluida la prohibición de nuevas importaciones de oro ruso, y están debatiendo formas de limitar aún más los beneficios energéticos de Moscú aplicando un tope al precio del petróleo ruso.
Se espera que Estados Unidos anuncie esta misma semana la compra de un nuevo sistema avanzado de defensa antimisiles de medio y largo alcance que Ucrania había solicitado, junto con nuevos envíos de munición y sistemas de radar, en su empeño por quitarle el protagonismo a la guerra de Rusia, que ha ido logrando pequeños avances en el este.
Ucrania había solicitado el sistema para ayudar a mantener su lucha contra Rusia. En un breve vistazo a la reunión de los líderes con Zelensky, se pudo ver al presidente de Ucrania en una pantalla instalada en la sala de conferencias mientras los líderes tomaban asiento.
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Los líderes del G7 también tienen previsto anunciar una larga serie de nuevas sanciones, entre las que se incluyen las impuestas a las cadenas de suministro de defensa rusas, a los rusos responsables de abusos de los derechos humanos y de crímenes de guerra, a las empresas militares privadas y nuevas restricciones de visado a 500 funcionarios. Estados Unidos también anunciará US$ 7.500 millones en nuevos fondos para Ucrania, como parte de un compromiso más amplio de las naciones del G7 para ayudar al país a compensar sus déficits presupuestarios.
“Aquí, en esta reunión del G7, así como en la OTAN, seguiremos haciendo, colectivamente, todo lo que podamos para asegurarnos de que los ucranianos tienen lo que necesitan en sus manos para repeler la agresión rusa”, dijo el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken en una entrevista exclusiva con el programa “State of the Union” de CNN este domingo.
Hay otros temas importantes en la agenda, incluido un nuevo esfuerzo para contrarrestar las inversiones en infraestructuras de China en el mundo en desarrollo que han extendido la influencia de Beijing por todo el mundo.
Pero la cuestión que se cierne sobre estas conversaciones es cuánto tiempo puede permanecer unido el frente occidental contra Rusia. El aumento del coste de la energía, el temor a la escasez de alimentos en el mundo y la certeza de que el cansancio de la guerra se impondrá, han dado urgencia a los debates sobre el rumbo del conflicto.
Al reunirse este domingo con su anfitrión, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, Biden trató de subrayar la importancia de mantenerse unidos. “Putin ha contado, desde el principio, con que de alguna manera la OTAN y el G7 se dividirían”, dijo. “Pero no lo hemos hecho, y no lo vamos a hacer”.
Zelensky, que también tiene previsto intervenir en la cumbre de la OTAN de esta semana en Madrid, ha presionado a Occidente para que acelere las sanciones a Moscú y la artillería pesada para rechazar a los invasores rusos.
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Sus súplicas se harán más urgentes tras los impactos de misiles de este domingo sobre dos edificios residenciales en Kyiv, la capital ucraniana que había disfrutado de una relativa calma en las últimas semanas mientras los combates se desplazaban hacia el este. Biden condenó el ataque como una “barbarie”.
Sin embargo, está por ver hasta dónde estarán dispuestos a llegar los líderes en la aplicación de nuevas sanciones a Rusia. Los altos precios del petróleo hacen que Rusia obtenga más ingresos de sus exportaciones energéticas, a pesar de las prohibiciones de Europa y Estados Unidos.
Los líderes occidentales reunidos en el G7 han decidido intentar limitar el precio del petróleo ruso, según los funcionarios, el último paso para castigar a Moscú al tiempo que intentan mitigar los efectos económicos de la guerra en Ucrania. Queda por ver cómo, cuándo y cuánto se limitará el precio del petróleo ruso. Los funcionarios dijeron que el mecanismo preciso para llevar a cabo el tope aún se está elaborando.
Pero los líderes darán instrucciones a sus equipos para que trabajen urgentemente en la búsqueda de una forma de limitar el precio al que Rusia puede vender su petróleo, privando a Moscú de una fuente de ingresos clave.
“El objetivo es ‘matar de hambre’ a Rusia, privar a Putin de su principal fuente de ingresos y forzar la bajada del precio del petróleo ruso para ayudar a mitigar el impacto de la guerra de Putin en los surtidores”, dijo un alto funcionario de la administración estadounidense.
Como los precios del petróleo se han disparado, los ingresos petroleros de Rusia han aumentado, a pesar de las prohibiciones de importación mundiales. Los dirigentes quieren utilizar su influencia colectiva para reducir los ingresos que Rusia recibe de los países que aún compran su petróleo.
El funcionario sugirió que los países del G7 tienen influencia en las redes de transporte de petróleo, lo que podría ayudar a aplicar el límite.
Los altos precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses y europeos están presionando a los líderes para que encuentren formas de aliviar el dolor.
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En declaraciones a Jake Tapper, de CNN, en el programa “State of the Union”, horas después de que los misiles rusos cayeran en Kyiv, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, instó a los estadounidenses, británicos y otros occidentales a mantener la determinación de castigar a Moscú, a pesar del efecto que la guerra ha tenido en los precios mundiales del petróleo.
“Solo quiero decir a la gente de Estados Unidos que esto es algo que Estados Unidos hace y tiene que hacer históricamente, y es dar un paso adelante por la paz y la libertad y la democracia”, dijo Johnson. “Y si dejamos que Putin se salga con la suya y se anexione, conquiste partes considerables de un país libre, independiente y soberano, que es lo que está dispuesto a hacer… entonces las consecuencias para el mundo son absolutamente catastróficas”.
Putin, cuyo país fue expulsado del entonces G8 en 2014 tras la anexión rusa del territorio ucraniano de Crimea, fue objeto de ligeras burlas mientras los líderes se sentaban a un almuerzo de trabajo el domingo.
Johnson, el último líder en llegar a la mesa de la reunión redonda, preguntó si debía dejarse la chaqueta del traje puesta. “¿Chaqueta puesta?”, preguntó, antes de bromear sobre cómo los líderes tenían que parecer duros durante sus conversaciones.
“Tenemos que demostrar que somos más duros que Putin”, dijo.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, hizo una sugerencia: “Cabalgar a pecho descubierto”, dijo, mientras los líderes se reían.
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