(CNN Business) — Cada año se desperdician alrededor de 2.500 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, cerca de la mitad en las granjas, incluidas las de Europa y Estados Unidos. Y eso está teniendo un gran impacto en el clima.
Un informe publicado el miércoles por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y el minorista del Reino Unido Tesco revela que la cantidad de alimentos que se pierden es casi el doble de las estimaciones previas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que en 2011 realizó su último análisis sobre los desechos totales de alimentos desde que se produce en las granjas hasta que llegan a la mesa.
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La pérdida de alimentos en las granjas asciende a 1.200 millones de toneladas. Minoristas y consumidores desperdician 931 millones de toneladas más. El resto se pierde durante el transporte, almacenamiento y procesamiento.
Las cifras actualizadas indican que el 40% de todos los alimentos que se producen no se consumen, según el estudio.
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“Sabemos desde hace años que la pérdida y el desperdicio de alimentos es un problema enorme que se puede minimizar, lo que a su vez podría reducir el impacto de los sistemas alimentarios en la naturaleza y el clima”, dijo en un comunicado Pete Pearson, líder de la iniciativa mundial sobre pérdida y desperdicio de alimentos en WWF.
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El desperdicio de alimentos es responsable del 10% de las emisiones
Según el estudio, el desperdicio de alimentos es responsable del 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta cifra es superior a la estimación previa del 8%.
Esto equivale a casi el doble de las emisiones que generan todos los autos que se utilizan en Estados Unidos y Europa, donde en los últimos días los incendios forestales y las inundaciones catastróficas han sido un recordatorio doloroso de las amenazas graves que plantea la crisis climática.
“La producción de alimentos utiliza una cantidad enorme de tierra, agua y energía, por lo que los alimentos desperdiciados impactan significativamente en el cambio climático”, dice el informe.
A pesar de su efecto sobre el medio ambiente, solo 11 de los planes nacionales de carbono que presentaron los 192 signatarios del Acuerdo de París incluyen medidas para abordar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
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La mayoría de los planes que incluyen el tema son de países africanos que abordan las pérdidas posteriores a la cosecha, a pesar de que la agricultura en países más industrializados, con niveles más altos de mecanización, contribuye más al desperdicio de alimentos de lo que se pensaba anteriormente.
Poner el foco en las granjas
Los países ricos de Europa, América del Norte y Asia contribuyen con el 58% de las cosechas desperdiciadas a nivel mundial a pesar de tener solo el 37% de la población, según el informe. Sin embargo, los esfuerzos para reducir el desperdicio de alimentos en los países más ricos tienden a centrarse en la venta minorista y el consumo.
“La pérdida de alimentos en la fase de producción en las granjas es un punto importante del desperdicio de alimentos que se ha pasado por alto”, dice el informe. Las razones del desperdicio incluyen una desconexión entre los mercados y los agricultores, lo que puede provocar desajustes en el volumen de producción, los tipos de cultivos y el momento de la cosecha.
Otros factores son las prácticas comerciales desleales y la mayor prioridad que los agricultores y los gobiernos dan a los cultivos de exportación sobre los destinados al consumo interno.
El informe pide a los gobiernos y a la industria alimentaria que establezcan objetivos de reducción del desperdicio de alimentos, midan y reporten los desperdicios y elaboren estrategias para abordarlos.
El CEO de Tesco, Ken Murphy, dijo que varios de los proveedores del minorista informarán sobre sus desperdicios por primera vez este año, lo que los ayudará a abordar el problema. La compañía ha estado trabajando con 71 de sus proveedores globales más grandes para reducir el desperdicio de alimentos e informó una reducción de más del 40% en comparación con una línea de base de 2016-2017, agregó Murphy.
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