(CNN) — El vicepresidente Mike Pence se acercó más de lo que inicialmente se supo a la multitud de alborotadores pro-Trump que irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero, según un nuevo informe del diario The Washington Post.
CNN informó anteriormente y las imágenes de video mostraron que un agente de la policía del Capitolio de EE.UU. había atraído a los alborotadores lejos de la entrada de las cámaras del Senado a las 2:14 p.m. ET del 6 de enero, donde Pence y los legisladores habían estado llevando a cabo el recuento ceremonial de los votos electorales de 2020.
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A los senadores les alertaron que los manifestantes habían irrumpido en el edificio del Capitolio solo un minuto antes, según la cronología de CNN de los eventos del motín del miércoles pasado. Pence fue evacuado del Senado hasta las 2:30 p.m.
El informe del diario sobre lo cerca que estaban los alborotadores a Pence enfatiza el nivel de peligro que él y otros líderes gubernamentales enfrentaron durante la insurrección del 6 de enero. Se escuchó a algunos de los alborotadores pro-Trump que arrasaron el Capitolio de Estados Unidos gritar «dónde está Mike Pence» y se les vio en video gritando «cuelguen a Mike Pence», molestos porque Pence estaba cumpliendo con su deber constitucional de certificar los resultados de las elecciones de noviembre.
Pence, según el periódico, permaneció en la cámara del Senado durante unos 14 minutos después de que la policía del Capitolio informara del intento inicial de la turba de entrar al edificio.
El vicepresidente, junto con la segunda dama Karen Pence y su hija Charlotte Pence Bond, fueron luego trasladados a una habitación cerca del piso del Senado.
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Aproximadamente un minuto después de que trasladaran a Pence, dijo el periódico, un puñado de alborotadores subió las escaleras para llegar al rellano del segundo piso frente a la entrada del Senado. El policía del Capitolio Eugene Goodman condujo heroicamente al grupo de alborotadores en la dirección opuesta, lejos de la entrada de las cámaras del Senado.
Pence y su familia estaban en un escondite «a menos de 30 metros de ese rellano», informó el diario, citando a tres personas familiarizadas con su paradero.
Si los alborotadores hubieran llegado segundos antes, habrían estado a la vista del vicepresidente cuando lo llevaron a través de una sala de recepción a la oficina, sugiere el diario, y agregó que Pence luego fue trasladado a un lugar más seguro.
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CNN se ha comunicado con la oficina del vicepresidente para hacer comentarios.
El Servicio Secreto de Estados Unidos le dijo a CNN en un comunicado el viernes que Pence estaba «seguro en todo momento».
«Si bien el Servicio Secreto no habla específicamente sobre los medios y métodos de nuestras operaciones de protección, el vicepresidente Pence estuvo seguro en todo momento el 6 de enero», dijo un portavoz del USSS.
El informe, dijo Jonathan Wackrow, exagente del Servicio Secreto y analista de CNN, «habla de la naturaleza impredecible y dinámica de la protección ejecutiva, donde cualquier retraso en la acción de los agentes puede tener consecuencias nefastas».
Wackrow continuó, «los agentes en esta situación confían en su entrenamiento, tácticas y experiencia para garantizar la seguridad del vicepresidente. Puede ser fácil para quienes no entienden las operaciones de protección cuestionar las acciones en este día; sin embargo, como un experto, puedo dar fe de que las acciones de los agentes del Equipo de Contraataque garantizaron la seguridad de los involucrados».
CNN informó anteriormente que el Servicio Secreto quería que Pence abandonara el complejo del Capitolio, y todo estaba en su lugar, pero Pence quería permanecer en el lugar, según una fuente familiar. La fuente le dijo a CNN que los asignados del Servicio Secreto a Pence permanecieron con él durante todo el calvario.
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Más tarde, un alborotador fue fotografiado sentado en la silla de Pence después de que algunos manifestantes violaran la cámara del Senado.
Desde entonces, muchos legisladores han compartido sus experiencias durante esas horas que se refugiaron en el lugar, temiendo por sus vidas, y los arrestos posteriores y los cargos penales se han sumado a una comprensión cada vez mayor de la amenaza que representaba la mafia para los legisladores.
Pamela Brown de CNN contribuyó a este informe.
